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No descalifique su primípara en el primer partido

Por Mariana Navarro Sanint - 04 de Julio 2018

¿Cómo elige usted las novillas de reemplazo? En mi caso, hago cruces que según los indicadores productivos deben dar los resultados esperados. Espero ser más acertada que en las apuestas del mundial de Rusia 2018, y recibir menos sorpresas. En las producciones lecheras las eliminatorias empiezan desde la formación, siendo eliminadas por error después del primer partido de grupo.

En cualquier individuo, una buena genética es una inversión que necesita de un adecuado manejo para expresarse al máximo, teniendo en cuenta que la expresión de los genes de un individuo se ve influenciado principalmente por el entorno y las condiciones del mismo durante su desarrollo. Lo ha leído varias veces, solo con la genética no es suficiente.   La novilla que llega a un primer parto lo hace generalmente por estar calificada para ser un individuo de varias lactancias. Es apresurado y riesgoso descalificarla según la respuesta del primer parto, le queda faltando el partido más difícil: la primera lactancia y volver a preñarse.                                Preñez, parto y lactancia son periodos de alta exigencia nutricional y fisiológica, con alteraciones por los cambios hormonales. La primera lactancia se da al mismo tiempo que el cuerpo esta terminando de formarse. A esa primípara le falta alcanzar el peso de adulta y adaptarse a la rutina de la vaca de producción. Si el manejo es el adecuado puede que los días entre el primer parto y la segunda preñez no excedan los parámetros esperados en la producción y es el ideal de una empresa lechera, pero no se debe pasar por alto que el individuo esta respondiendo a exigencias corporales más altas que las que tendrá en sus siguientes lactancias.   Por esta razón, cuando deba decidir si una vaca sigue en el hato o sale, hágalo de la segunda lactancia en adelante sin olvidar que toda norma tiene sus excepciones. Acuérdese de esos equipos que clasifican después del minuto 90.   También hay quienes nunca eliminan una vaca de su empresa lechera. Cuando los parámetros esperados están claros y los costos de producción dan los limites inferiores para no generar perdidas, no tiene mucho sentido seguir con un individuo que no responde. Poner en riesgo la economía de una empresa por un capricho no es aceptable cuando se trata de producciones especializadas de leche.   Las sorpresas existen en los mundiales, no en las lecherías, a excepción del gol del toro del vecino cuando le aseguran que las vacas no han estado con toro o que “ese toro no preña” y resulta que están preñadas sin reporte de servicio. Cuando una vaca tiene más de 120 días abiertos, más de 4 servicios y sigue vacía; cuando usted insiste en que esa vaca debe dar más leche, pero va en la cuarta lactancia y aún no lo logra; cuando un individuo esta lejos de los parámetros productivos esperados por usted, pero sus creencias le dicen que va a mejorar, HAGA REPOSICIÓN; le esta quitando pasto, espacio y oportunidad a un individuo que tiene más posibilidades de llegar a ser un ejemplar tan productivo como usted espera.   Tenga siempre presente que esta trabajando con individuos que le dan lo que usted quiere, en la medida que reciben lo que necesitan; si les da poco, recibe poco.   Mariana Navarro Sanint. Médico Veterinario Zootecnista. Universidad Tecnológica de Pereira [email protected]