Terminó el primer semestre del año y las expectativas, y sobre todo las realidades del sector, han terminado siendo ampliamente positivas, pero con un par de lunares que no se deben desconocer.
Primero lo bueno. Las cifras de exportaciones con corte al 31 de mayo registran al sector cárnico con envíos al exterior por USD83 millones, mostrando un crecimiento de 83% frente al mismo periodo de 2021. De igual forma, y positivamente, las exportaciones de animales en pie cierran los primeros cinco meses del año con factura de USD78 millones que traducen un crecimiento de 58%.
Por fortuna la buena dinámica también se muestra en el sector lechero que logró envíos al exterior por USD11 millones que representan un importante crecimiento de 136%.
Es una importante coyuntura del sector ganadero y sus cadenas de valor que deben hacerse sostenibles en el tiempo. Vale recordar que aun no se registra un real aprovechamiento de diferentes acuerdos comerciales suscritos ya casi una década atrás, y que en buena parte de los casos son mercados de mayor valor que representarían mejor nivel de ventas.
Vámonos con lo malo. En el mes de mayo el acopio de leche registró una caída de 17%, mientras que el sacrificio de ganado una baja de 9% frente al mismo período de 2020. Terminan siendo cifras que opacan la buena dinámica de recuperación que venía registrándose desde enero hasta abril de 2021. La incidencia del paro, el vandalismo y las vanidades de ciertos personajes muestran los lamentables impactos.
Ahora bien, no podemos desconocer que el total de las economías del mundo aun se encuentran en un estado sensible como consecuencia de la Covid y sus variantes, aun así, ya diferentes muestran más rápida recuperación como es el caso de la colombiana que en el primer semestre creció 1,1% y su sector agropecuario 3,3%.
De allí la importancia de aprovechar la recuperación económica mundial, que paulatinamente se irá dando, para aportar a la propia recuperación. Ya la experiencia del último lustro ha enseñado como llegar al otro lado del mundo, a la antípoda de Colombia dirían los geógrafos, vendiendo carne y leche colombiana.
Pero la tarea no puede limitarse solo a llegar a donde estamos llegando, la escala de retos debe aumentarse y hay que ir por los mercados de mayor valor con productos de mayor valor. Es preciso ponernos al día en diferentes agendas públicas para “sacarle el jugo” a diferentes TLC: EEUU. Unión Europea, incluso Canadá o Corea del Sur, que permanecen sin estrenar al menos de aquí para allá.
Claro, para consolidar nuestra dinámica exportadora debemos cuidar lo que pasa en casa, empezando por nuestro mercado interno, por mantener fuertes nuestras instituciones, nuestra democracia y nuestro modelo económico. La economía ganadera y la economía colombiana no puede darse lujos de perder inversiones por cuenta de populismos arrogantes. No dejemos que nos arruinen el buen momento.
@ojcubillosp