En diferentes ejercicios de encuesta hemos preguntado cual de las tres carnes es la de mayor preferencia, hablando específicamente de la de res, pollo y cerdo. Típicamente, alrededor de tres cuartas partes de quienes responden, tienen mayor gusto por la de res, y esta predilección se concentra en su sabor. La respuesta es diferente al preguntar cuál es la que más compran, pues el favoritismo está en el pollo siendo su menor precio la variable que define dicho interés.
En otras palabras, a las personas les gusta más la carne de res, pero es la más cara, y por eso compran más pollo al ser el más barato. En la medida que la carne de cerdo ha bajado de precio también optan por comprarla, aunque la que quieren adquirir es la de res.
Este fenómeno no es exclusivo de Colombia, es una situación mundial. De hecho, al revisar tendencias internacionales hoy una tonelada de carne de res en promedio se acerca a los US$5.800, mientras que la de porcino alcanza US$2.700 y la de carne de pollo llega a US$1.400, sustancialmente menor.
Claro, tal condición de precios es el reflejo de la menor oferta de carne de res, frente a la que mantienen sus competidores. De hecho, en 2022 la producción mundial de carne de pollo fue de 137 millones de toneladas, la de porcino o cerdo de 135 millones de toneladas, mientras que la de res o bovino llegó a 78 millones de toneladas.
Podría pensarse entonces que para bajar el precio de la carne de res solo se debería subir la producción, pero aparte del mejoramiento de indicadores productivos como el de mayor ganancia de peso al día, mayor peso al sacrificio o mayor rendimiento en canal; tal objetivo requeriría obligatoriamente el crecimiento del hato bovino del mundo.
Solo fíjense en lo siguiente: En el año 1960 el mundo tenia 942 millones de bovinos y 3 mil millones de personas, es decir una relación de 0,31 bovinos por cada habitante. Ya para el año 2022, el planeta contaba con 1.529 millones de bovinos y 7.951 millones de personas, en una relación de 0,19 bovinos por persona. Mientras que el hato bovino creció en este periodo 62%, el número de personas lo hizo en 165%. Claro la productividad ganadera también mejoró, pero efectivamente para hoy mantener niveles de precio significativamente semejantes a los del pollo y cerdo, que tienen procesos de producción muchísimo mas cortos, el hato mundial debería acercarse a los 2.700 millones de bovinos.
Depredador, destructor de la ecología, dirían los ambientalistas extremos a esta propuesta. Pero es que para un hato mayor en el mundo ya hay propuestas eficientemente comprobadas y que además contribuyen al cuidado y mejoramiento del medio ambiente, como lo es el tema de sistemas silvopastoriles, agroforestales y en general ganaderías sostenibles y regenerativas.
Sabiendo que la población del planeta en 2050 llegará a más de 9.700 millones de habitantes, y que el mundo requiere mejorar sus índices de nutrición, especialmente en proteína animal, con productos con precio más accesible; será necesario que el hato bovino se incremente en el mundo a través de sistemas sostenibles.
La otra opción será comer cada vez más productos ultraprocesados y azucarados que evidentemente no contribuyen a la nutrición en el mundo. Les dejo para la reflexión.