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columna

¿Maduro trata de intimidar militarmente a Colombia?

por: Eduardo Mackenzie- 31 de Diciembre 1969

¿El gobierno venezolano está desplegando tropas de asalto a lo largo de la frontera con Colombia? Según fuentes oficiales venezolanas, el gobierno central coordina el despliegue de por lo menos “80 mil militares y 20 mil civiles”, en el marco de una operación cerca de Colombia que llegaría a su apogeo el 28 de marzo próximo bajo el nombre de “escudo bolivariano 2015”.

¿El gobierno venezolano está desplegando tropas de asalto a lo largo de la frontera con Colombia? Según fuentes oficiales venezolanas, el gobierno central coordina el despliegue  de por lo menos “80 mil militares y 20 mil civiles”, en el marco de una operación cerca de Colombia que llegaría a su apogeo el 28 de marzo próximo bajo el nombre de “escudo bolivariano 2015”.   Esa operación incluye “desembarcos de infantería de marina en zonas de refinerías, prácticas de tiro de brigadas blindadas en el occidente y adiestramientos con sistemas antiaéreos”, según afirmó hoy el ex vicepresidente venezolano y periodista José Vicente Rangel.   Para disfrazar el carácter intimidatorio y provocador de esa operación, el gobierno de Nicolás Maduro ha  declarado que “no son ejercicios de demostración bélica”, sino que se trata de “entrenamientos para la articulación cívico militar y la organización de los órganos de dirección de defensa integral”.   El líder chavista José Vicente Rangel, conocido por sus sentimientos anti colombianos, agregó que esa movilización se debe a que un contingente de “paramilitares colombianos” fue desplegado cerca de la frontera de los estados venezolanos de Táchira y Zulia, en desarrollo de “un macabro plan para desestabilizar al gobierno del presidente Nicolás Maduro”. Rangel da a entender que esas informaciones provienen del ministro venezolano de Defensa, Vladimir Padrino, y del almirante venezolano Jairo Avendaño.   El ex vicepresidente venezolano agregó que el ataque paramilitar contra Maduro “está previsto para el próximo mes de mayo”.   Sin embargo, Rangel no dijo desde cuándo y en qué puntos geográficos exactamente fueron “desplegados” esos “paramilitares colombianos”, ni qué papel juegan en eso las autoridades civiles y militares de Colombia. Sugirió, eso sí, que la ofensiva de los “paramilitares colombianos” cuenta  con el “respaldo de Estados Unidos”.   Según Rangel y la agencia cubana Prensa Latina,  la armada venezolana también participará, durante 22 días,  en la supuesta operación contra los “paramilitares colombianos” y cubrirá una amplia área que incluye  “la zona atlántica y el Río Orinoco”.   No es la primera vez que José Vicente Rangel lanza mentiras asombrosas acerca de “paramilitares colombianos” que quieren “invadir” a Venezuela para “derrocar” al gobierno. El 4 de mayo de 2014, Rangel aseguró que en Cúcuta estaban concentrados “400 paramilitares colombianos vinculados al uribismo”, los cuales esperaban “directrices para ingresar al país por distintas rutas”, pues contaban “con apoyo del lado venezolano de factores de oposición”, así como de “factores” que operaban “en suelo colombiano”. Nada de eso era cierto.   Seis meses después, Rangel volvió a mentir al hablar de “una creciente movilización de paramilitares en la frontera de Venezuela con Colombia”. Y que éstos “proliferan ante la indiferencia de las autoridades colombianas”.   En todo caso, la actual gesticulación de José Vicente Rangel ocurre en medio de la campaña lanzada por Caracas para obligar a Barack Obama a retirar su declaración del 9 de marzo pasado. Esta afirma que la Venezuela de Nicolas Maduro es una amenaza inusitada y extraordinaria para la seguridad y la política exterior estadounidenses.   Maduro vislumbra que Obama busca mejorar sus relaciones con Cuba para aislar el régimen de Caracas y defenestrarlo a él. Rangel confía en que Raúl Castro  no permitirá eso y disipará muy pronto ese temor.   Lo más curioso es que la cifra de “80 000 militares” desplegados por Venezuela, según Rangel, coincide exactamente con la cifra de soldados rusos desplegados  la semana pasada, durante tres días, por el gobierno de Vladimir Putin en una inmensa área que incluyó Crimea, el mar del Japón, el mar del Norte y la Antártida.  En efecto, cerca de 200 aviones y helicópteros de combate, decenas de tanques, barcos y submarinos fueron utilizados en unas enormes maniobras descrita por expertos militares occidentales como una “provocación y una intimidación” contra la OTAN y la ex Europa del Este.   La demostración de fuerza rusa fue seguida, como la venezolana, de una campaña de desinformación. “Rusia no intenta mostrar sus músculos como hacen ciertos países [léase Estados Unidos y Noruega] que despliegan sus fuerzas de manera belicosa en la frontera rusa” [léase en los países bálticos], declaró Anatoli Antonov, vice ministro de Defensa. Este funcionario agregó que Moscú había “avisado con tiempo” a los gobiernos occidentales. Empero, fuentes occidentales replicaron que esos ejercicios habían comenzado sin aviso y que en el ulterior documento legal de notificación de los rusos “existen verdades a medias” y que ello es inadmisible, escribió Pierre Avril, corresponsal en Moscú del diario francés Le Figaro.   ¿El despliegue venezolano de militares y civiles armados cerca de la frontera de Colombia es sólo un delirio de José Vicente Rangel? El ministerio de Defensa colombiano debería verificar si ello es cierto o no. En todo caso, lo que llama la atención es la simultaneidad de las gesticulaciones militares rusas y venezolanas, y la hostilidad creciente de esos dos centros de poder contra Estados Unidos y sus aliados. Claro, si podemos pensar todavía que Colombia, tras las desafortunadas declaraciones de la ministra Holguín que eclipsan la sangrienta represión madurista, es un aliado de Estados Unidos.