Debemos comprender que los jóvenes son el presente y el futuro del agro, no solo en Colombia, sino en todo el planeta. Pensar en el relevo generacional de la agricultura como un tema futuro y no actual es un error: desde ya los jóvenes están trabajando para nutrir con sus nuevas ideas la labor de los productores del campo.
Sin duda, hay lecciones que los jóvenes deberán aprender a lo largo del camino, pero sería necio frenar ese ímpetu avasallador por construir ideas nuevas, ese apetito por transformar lo existente para mejorarlo, que es tan propio de los jóvenes.
También sería un error dejarlos solos en esa tarea de reinvención del agro. El conocimiento que da la experiencia de años de trabajo es un bien muy preciado con el que debemos acompañar el arrojo de la juventud, pero a la vez debemos entender de que hay nuevas maneras de hacer las cosas. El cambio es una posibilidad a la que siempre debemos estar abiertos, eso sí, sin desconocer las lecciones que ya hemos aprendido.
Desde Procultivos ANDI estamos abriendo -principalmente con nuestros programas Mentes Fértiles y CuidAgro- esas oportunidades para que los jóvenes del campo se enamoren de su trabajo y reconozcan su valor, así como invitar a aquellos que no están familiarizados con estas labores, a que se acerquen y aporten desde su visión para desarrollar todo el potencial del agro.
Y es que el potencial que el agro colombiano ofrece es inmenso. Así lo puede asegurar Leec López, caficultor beneficiario de nuestro programa de nutrición inteligente Mentes Fértiles, quien desarrolló, contra viento y marea, su propia marca de café.
Un bella historia que demuestra que la teoría se puede llevar a la práctica y que hace parte de nuestra serie web Cosecha de Logros (aquí puede conocer su historia).
Nuestra misión apunta a que la historia de Leec se replique a lo largo y ancho de nuestro país: él ya representa el presente y el futuro del campo en Colombia.