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Esta semana fueron socializados los resultados del Producto Interno Bruto del año 2021 por parte del DANE, mostrando un crecimiento de la economía nacional de 10,6% y de 2,4% para el sector agropecuario.
Importante el dinamismo de recuperación que hemos tenido en el país, sin embargo, el crecimiento real frente a un año de buen comportamiento económico como fue 2019 es apenas de 2,8%. Esto indica que aún se deben mantener e intensificar los esfuerzos para ponernos al día frente al retroceso económico vivido en 2020.
Pero el foco de mi interés se centra en las cifras frente al crecimiento de la producción de leche en el último trimestre del año. Hagamos memoria.
Iniciaba el mes de diciembre de 2021 cuando la industria lechera expresó en un par de comunicados que la producción de leche registraba caídas de 15%, situación que terminó siendo una bandera verde para que muchos agentes especuladores utilizaran tal discurso a su favor.
Fue algo muy parecido a lo ocurrido con la “escasez de cerveza” finalizando 2021, en donde la SIC salió inmediatamente a investigar y llevó a que la “tal escasez” desapareciera.
En el caso lechero el llamado de FEDEGAN fue a la calma pues la consideración era que no había una caída del 15% en la producción, sin desconocer posibles ajustes a la baja dentro de la estacionalidad normal. Estimamos una caída no mayor a 3,4%.
Efectivamente, las cifras del DANE entregadas esta semana indican una baja en la producción de leche de 2,1% en el último trimestre del año, situación que no es atípica. De hecho, caídas similares se presentaron en el primer trimestre de 2019 con disminución de 1,4%, y el segundo trimestre de 2018 con baja de 1,5%, para no ir más lejos.
Pero el llamado a la calma no solo tenía razón de ser en que la caída en la producción no era de 15%, sino que, con una baja estacional normal, los canales de comercialización informal terminarían cubriendo el posible faltante del acopio industrial. Recordemos que de 7400 millones de litros de leche que se producen en al país solo se acopian 3300 millones de litros por parte de la industria lechera.
Esta situación también terminó ocurriendo pues el acopio de diciembre de 2021 fue idéntico al de diciembre de 2020, además los inventarios de leche en polvo a 31 de diciembre pasaron de 10.282 toneladas a 12.974 toneladas, y no fue leche importada la que subió el stock, pues para qué importar con arancel, si el 1 de enero ya lo podían hacer sin arancel. Leche sí había.
Fue muy desafortunado por parte de la industria hacer un anuncio de caída de 15% en la producción pues la especulación sobre el nivel de precios al consumidor se hizo evidente, situación que aún no se revierte.
@ojcubillosp