Están engañando nuevamente al país, afirma José Félix Lafaurie, presidente de Fedegán
“Nos honra que las Farc nos pongan al mismo nivel con los generales de la República, pero repudiamos que unos criminales narcotraficantes nos compartan -a los generales y a nosotros- con los Urabeños, sus socios y competidores en los negocios del narcotráfico y la minería ilegal, entre otros”. Así se expresó el presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie Rivera, frente a las declaraciones de Iván Márquez en una entrevista hecha por Alfredo Molano para El Espectador, en la que le aconseja al Gobierno no “dejársela montar” de ganaderos, militares y Urabeños para sabotear las negociaciones.
“Pero más allá de los insultos, en esa reunión de amigos -añadió el dirigente gremial- los cabecillas de la guerrilla, por quienes Molano no disimula su admiración, se sinceraron y proclamaron envalentonados, entre otras cosas, tres que no dejan lugar a dudas sobre su falta de voluntad de paz y, por supuesto, sobre el poco futuro de las ilegítimas negociaciones de La Habana. La primera: que no van a entregar las armas. La segunda: que no van a pagar cárcel. Y la tercera: que no acatan la Constitución vigente y, por lo tanto, exigen una Asamblea Nacional Constituyente como resultado de las negociaciones”. (Columna: ¿Cuál paz: la de Santos o la de Uribe?)
“Esto no sería tan grave -recalcó Lafaurie- si no fuera exactamente lo contrario de lo que, con la misma vehemencia, anunció el presidente de la República antes del nuevo viaje de la comisión negociadora a La Habana, es decir: Primero: que no habrá acuerdo sin entrega de armas. Segundo: que el proceso no busca generar impunidad. Y tercero: que no habrá Asamblea Nacional Constituyente”.
“No somos enemigos de la paz, ni estamos tergiversando informaciones parciales; simplemente comparamos las manifestaciones públicas de las Farc con las también públicas del Gobierno, y nos cuesta creer que esos terroristas cínicos e insolentes se sientan a la mesa y se transforman en mesurados negociadores. También le dijeron a Molano que el pueblo los quiere y está de su parte, pero todos sabemos que si las negociaciones tienen algún apoyo popular no es porque los colombianos sueñen con un gobierno fariano, sino porque están hastiados de la violencia y aborrecen a las Farc”.
“Los ganaderos no somos un obstáculo para las negociaciones porque ni siquiera creemos en su legitimidad. Los ganaderos creemos en la paz -¿quién no?-, pero no creemos en las Farc. Es nuestro derecho y tenemos miles de razones, miles de víctimas ganaderas. Nos duele nuestra convicción de que están engañando nuevamente al país y el país se está dejando engañar”, concluyó Lafaurie.