Un indicador para saber cuál podría ser el mejor candidato de lo que se define como el centro derecha es la reacción de la izquierda y la extrema izquierda ante la postulación de un aspirante de estirpe uribista.
Por eso a partir del llamado del expresidente Álvaro Uribe para enfrentar la amenaza de un gobierno castro-chavista –con su “Ojo con el 2022“–, la consigna de los grupos de tendencias socialistas y comunistas es tumbar la cabeza de “El que diga Uribe”, para que no les pase como en el 2018 que se les coló el hoy presidente Iván Duque Márquez. Y todo indica que la que les produce mayor urticaria a los opositores del gobierno del presidente Duque y por ende a los enemigos de Uribe en Colombia es la senadora María Fernanda Cabal, quien arrancó su campaña con serias posibilidades.
Aunque el jefe del partido Centro Democrático aún prefiere no hacer guiños, Cabal se ha destacado quizás por ser la más frentera de los que aspiran a la presidencia por este sector y es probable que los enemigos la vean como la que mejor interpreta la advertencia de Uribe para las próximas elecciones.
Por eso no resulta extraño que ya se hayan ido lanza en ristre contra la candidata caleña desde la barricada izquierdosa, columnistas, humoristas y militantes con sus artículos, trinos y pronunciamientos, a cuál más de denigrantes. La más insidiosa ha sido la periodista empleada de Daniel Coronell, Cecilia Orozco desde su columna en el otrora diario liberal El Espectador, que hoy más parece una auténtica trinchera mamerta.
Dice Orozco irrespetuosamente que María Fernanda Cabal se ha hecho conocer “no por méritos propios pues no se sabe de ninguno que la acredite sino porque se arrimó al árbol con la sombra de Uribe”, en un escrito donde no logra ocultar la famosa envidia femenina, que resulta implacable con los éxitos de sus congéneres y la cual casi siempre termina por atribuirle alguna calumnia a quien triunfa, que pordebajea sus cualidades porque se destaca en su género. Como la típica que le aplican ellas mismas a la que asciende laboralmente y sugieren que fue porque se acostó con el jefe.
Trata de meter cizaña al afirmar que María Fernanda Cabal habla mal de Duque, con el fin de urdir intriga en el uribismo y apostarle a generar divisionismo en ese partido. Se le olvida que Cabal habla bien y mal de Duque porque está de acuerdo en algunas cosas y en otras no, y que eso es legítimo. Pero va aún más allá en su andanada contra una mujer que como mínimo tiene el mérito de decir que el comunismo o el socialismo llamado del Siglo XXI es lo que hay que evitar a toda costa para que Colombia no corra la suerte de Cuba, Venezuela o Nicaragua. Afirma que con su postulación traiciona a Oscar Iván Zuluaga, luego de haber celebrado con él en un cumpleaños hace ya varios abriles, como si aspirar a la presidencia quitara lo bailado.
Ya “La Puya“ y Daniel Samper Ospina hicieron lo propio y no será extraño que los Danieles, o sea su padre Daniel Samper Pizano y Daniel Coronell, jefe de Orozco en Noticias Uno, alisten sus venenosas plumas contra la candidata que no tiene pelos en la lengua para denunciar incluso el castrismo del premio Nobel de literatura, Gabriel García Márquez, a quien muchos creen que por buen novelista se le debe perdonar su alianza con Fidel Castro y su complicidad con los crímenes en invasiones de la antigua Unión Soviética. Como si al escritor alemán Gunter Grass se le hubiera perdonado su militancia en la SS de Adolf Hitler.
Lo que se percibe, por la saña con que se han venido encima de la candidata, es que tanto la mamertada nacional como la internacional sienten pasos de animal grande con la aspiración presidencial de María Fernanda Cabal. Porque ella va con todo, no es aguas tibias y sabe llamar las cosas por su nombre. Y en cierto momento lo que va requerir este sector y probablemente el país es una candidata como la que le gusta al compositor barranquillero, Nicolás Tovar, en su canción “Mujer con pantalones“. Se perfila Cabal como alguien que a la hora de enfrentar los paros y bloqueos y al momento de ejercer autoridad para evitar el vandalismo utilizará todas las herramientas coercitivas que otorga la ley y no le va a temblar la mano para encarcelar a los vándalos.
Así que por las huestes de quienes no quieren que Colombia caiga en las garras del populismo de izquierda ni por el cauce de la ruina colectiva como se vive en Cuba y Venezuela, habrá que prepararse para la embestida más cruel contra Cabal porque la campaña de ataques y descalificaciones apenas comienza. Y en la medida que avance su reconocimiento a nivel nacional mayores serán las arremetidas en su contra.
No será raro que los Gonzalo Guillen y los Yohir Akerman y todos aquellos que quieren que Gustavo Petro sea el presidente, ya estén preparando un informe especial para vincular a María Fernanda Cabal con los mercenarios que acabaron con la vida del presidente de Haití, Jóvenes Moisse.