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Lactosueros, contrabando y otras situaciones

Por Oscar Cubillos Pedraza - 01 de Mayo 2024

En un escenario país en donde se pretende mitigar el hambre lo que no puede ocurrir es que se comercialice leche que no es leche y tener una institucionalidad con dientes, pero sin garras.

Mientras que en el año 2011 el país importó 5.313 toneladas de lactosuero, en el año 2023 la cifra llegó a 14.504 toneladas, la más alta registrada. Si bien el grueso de este producto es utilizado en industrias de galletas y chocolates, no se puede desconocer que algunas empresas transformadoras de leche optaron por hacer mezcla de leche con lactosuero, rindiéndola, con el objetivo de tener un precio más bajo en el mercado, en un abierto engaño al consumidor.

De allí que, hace un par de años, la Superintendencia de Industria y Comercio –SIC– abriera investigación a diferentes empresas por realizar estas prácticas, y además el INVIMA debiera asumir un papel más activo en la identificación en sitio de productos y empresas que mezclen leche con lactosuero.

En ese sentido, si nos encontramos en un escenario país en donde se pretende mitigar el hambre, lo que no puede ocurrir es que se comercialice leche que no es leche, situación que no solo afecta al consumidor, especialmente al de bajos ingresos que de manera racional busca hacer rendir su ingreso; si no también al ganadero a quien le dejan de comprar su producción, haciendo que el precio disminuya.

Sin embargo, el problema de las mezclas de leche con lactosuero no terminó con las investigaciones de la SIC o las sanciones recientes del INVIMA a algunas marcas en específico. Solo basta ir a algún almacén de bajo costo para identificar las diferencias de precio entre una marca tradicional de leche y una que lo “aparenta”.

Pero adicionalmente a esta problemática debe sumarse la del contrabando. Una importante oferta de quesos proviene de Venezuela, que encuentra en Colombia un mejor mercado ante las dificultades de los pobladores del vecino país con su poder adquisitivo. Esta práctica ilegal genera un impacto negativo en los departamentos de Cundinamarca, Boyacá y Santanderes, zonas de tradición en la producción de leche; pero al fin y al cabo los precios de toda la producción nacional terminan afectados cuando hay volúmenes adicionales de leche o sus derivados.

En ese sentido a la variable de altos inventarios de leche en polvo y leche liquida que tiene la industria se unen estas situaciones de contrabando y de uso de lactosueros que al fin y al cabo generan mayor oferta, generando desequilibrios de mercado. Pero adicionalmente se debe incluir la importación de leche en polvo, que en 2023 sumó 49.851 toneladas y la de quesos (importados legalmente) que alcanzó 7.326 toneladas.

Las autoridades deben mostrar más los dientes, tanto el INVIMA realizando muestreos con el ánimo de seguir sancionando las mezclas ilegales de leche y lactosueros, la SIC tomando medidas frente a los engaños al consumidor y las autoridades fronterizas incautando productos de contrabando e interponiendo las acciones penales que corresponden.

De otro lado, la demanda continua muy deteriorada y los precios al consumidor siguen sin bajar en alguna proporción lo que sí le han bajado al productor. Llamado de atención a comercializadores.

Pero además vale la pena trabajar acelerada y activamente en lo que ya hemos propuesto desde FEDEGÁN: aumento de la capacidad pulverizadora, articulación de programas sociales en el consumo de lácteos y un fondo conjunto público privado para asistir a niños con dificultades nutricionales y en familias de bajos ingresos. Alternativas hay para salir de la crisis…