Ha sido una de las personas a quien yo más sigo, desde la llegada de Gustavo Petro a la presidencia, por que justamente es en mi criterio, quien mejor interpreta sus actuaciones y quien mejor descifra las verdaderas intenciones del nuevo mandatario.
Para Lucio hay una clara diferencia entre “llegar “y “tomarse el poder.”
Llegar es ganar transitoriamente las elecciones de un país, pero con un periodo fijo para que ese mandato termine.
Petro ya llegó.
Tomarse el poder es otra cosa bien distinta. Se trata de quedarse en el poder y no entregarlo bajo ninguna circunstancia, utilizando todo tipo de estrategias, pero por sobre todo usando la violencia para avasallar e intimidar a la población civil.
Ese es según Carlos Alonso Lucio, el plan de Gustavo Petro después de su “llegada“ al poder en la Casa de Narińo.
Tomarse el poder es quedarse. Miren Cuba con más de 60 años de opresión comunista, Nicaragua con más de 15 años y donde Ortega gana porque encarcela y destierra a todos sus adversarios.
Y Venezuela donde Chavez y Maduro llevan 24 años y han destruido no solo todo el tejido empresarial, sino el tejido social. Hoy ese país está capturado por los bandidos. Y Nicolás Maduro no es nada más que un títere de ellos.
Descabezar las FFAA, de una manera tan descomunal como lo hizo Petro al llegar, no podía obedecer sino a un plan de favorecer el crecimiento de milicianos armados y empoderados, llámense defensas campesinas, o indígenas o negras, o primera línea.
El secuestro, ultraje y humillación de los 80 policías antinarcóticos en los Pozos, San Vicente del Caguán es la muestra más clara del desprecio de Petro por las FFAA, y la clara intención de cambiarlas a mediano plazo por grupos irregulares de milicianos.
El monopolio de la fuerza pública y de las armas, lo tiene que tener el Estado y punto. Eso no acepta discusión alguna.
Con Petro las cosas van por otro camino.
Recuerden hace muy pocos días una guardia indígena armada con bastones que son armas de fuego, rodeando el Congreso de Colombia como si se lo hubieran tomado.
Y la fuerza pública colombiana ni siquiera apareció. Iván Velázquez llegó al ministerio de Defensa a liquidar la fuerza pública para poder facilitar la llegada de todas esas milicias y grupos armados irregulares que son la fuerza de Petro.
Más claro no canta un gallo.
Lucio plantea una reacción ciudadana plasmada en un referendo que en esencia le confirme la exclusividad de la fuerza y las armas al Estado.
Ciudadanización es la respuesta para combatir la milicianización que plantea Petro, para desbaratar el Estado, y quedarse en el poder indefinidamente acompañado y protegido por esas milicias o grupos irregulares.
Petro ya llegó Pero piensa sin duda tomarse el poder
De eso no tengan duda.
¡Hay que reaccionar antes de que sea demasiado tarde!
¡Atentos colombianos!