El año 2017 ha comenzado con una oleada de inseguridad en varias de las principales ciudades y en muchos municipios rurales afectando en gran parte al normal desarrollo del orden social.   Por ejemplo, en Bogotá han habido 37 robos de buses del SITP en lo corrido del 2017, lo que quiere decir que por dia estan robando un bus. Una de las razones de el incremento de la inseguridad en la Capital de la Republica, se evidencia en el poco pie de fuerza, solo hay 6.000 policias por turno para una poblacion de mas de 8 millones de habitantes.   Asimismo, en Barranquilla las 2 últimas semanas, las noticias de los robos a mano armada fueron las que encabezaron los periódicos por varios días, cifras de Barranquilla Como Vamos, evidencia la grave situacion de inseguridad, el 21 % de los barranquilleros han sido victimas de algun delito, lo que ubica a la capital del Atlántico como la ciudad con mayor proporcion de victimas a causa de los delincuentes, hechos que han llevado a la administración a pensar en militarizar parte de la ciudad.   Y en Medellín, la situación no es distinta, al mismo alcalde, los bandidos lo amenazaron de muerte y a través de pasquines le pusieron precio a su cabeza, hecho que merece el rechazo absoluto y unido de todo el país y las cifras llegan al 12 % de sus ciudadanos, han sido victimas de cualquier delito.    Pero si la situación en las ciudades es compleja, en el campo es más grave. En el Cesar, los ganaderos han denunciado como el abigeato esta disparado, cuentan que el esqueleto de las reses se ha convertido en un elemento contante en el paisaje de las tierras de ese departamento.   Ante esto, el Gobierno nacional no puede seguir cruzado de brazos, donde su actitud pasiva, ha hecho que los cultivos de coca se acerquen a las 200 mil hectáreas y la inseguridad haya llegado a las principales ciudades del país.    La seguridad, es el bien público más importante que puede brindar y garantizar el Estado. Con la seguridad, se aumenta la inversión, que como consecuencia aumenta el empleo y de esa forma genera desarrollo. Los colombianos tenemos que volver a exigir la seguridad y este año tenemos la oportunidad de ir labrando ese camino, que se debe consolidar en 2018.