Después de una década, ¿cuál es el balance del PTP?, ¿Cuál es el balance de los PINES? En 2008 el sector de carne bovina colombiana fue seleccionado por el Programa de Transformación Productiva - PTP como uno de los de talla mundial, dadas sus potencialidades como exportador. Se estableció que la agenda pública, para este y otros tres sectores agropecuarios, les daría prioridad para su avance y desarrollo. Y así, cada uno de ellos elaboró un Plan Estratégico Exportador. Seis años después, en 2014, se implantaron como política pública los PINES - Proyectos de Interés Nacional y Estratégico, en donde el sector de carne bovina también fue priorizado como uno de los de mayores oportunidades en el comercio internacional, lo que hacía necesario superar brechas productivas, y se planteó que trabajarían conjuntamente organizaciones privadas con entidades públicas. Dentro de los PINES se colocó, como meta de exportación de carne, la cifra de US$444 millones para el año 2018 y convertir a Colombia en uno de los cinco países más exportadores de carne en el mundo para el año 2032. En cinco ejes de trabajo se debía avanzar para cumplir tan ambiciosas metas: admisibilidad sanitaria, generación de oferta exportable y competitiva, promoción comercial, cultura exportadora, así como el cumplimiento de los diferentes requisitos en materia regulatoria. Por allá en 2015 el gobierno informó que las 4 plantas de beneficio animal que exportarán carne de res a mercados potencia con altos estándares sanitarios, como Estados Unidos, serían elegidas por el Invima antes de que finalizara ese año, y sólo se seleccionaron a principios de 2018. A mediados de 2017 se conformó el Clúster Cárnico del Oriente Colombiano y al final de ese mismo año, el de la región Caribe. Lamentablemente los esfuerzos de la institucionalidad pública no han sido suficientes para alcanzar dichas metas. Seguimos sin un sistema de trazabilidad e identificación bovina decente, como tampoco con eficiencia en la movilización de animales, entre otras tantas dificultades que incluyen las mismas fallas en la vacunación contra la aftosa. Los hechos, resultados y cifras muestran una situación lejana y disímil a la deseada. Sin incluir animales en pie, las exportaciones de carne en 2016 sumaron US$34 millones, en 2017 US$67,3 millones; mientras que a abril de 2018 la cifra alcanza US$28 millones y se espera que el año cierre al menos con US$90 millones, más por el entusiasmo de los empresarios. Sin embargo, el portafolio exportador ganadero sigue teniendo gran dependencia de los animales vivos. Terminará siendo muy difícil alcanzar la meta de US$444 millones de los PINES en 2018, si se tiene en cuenta el marginal avance en temas de admisibilidad sanitaria. Al contrario podría hablarse de retroceso con los temas aftosos de 2016 y 2017 y la zona de contención aún establecida de la que nadie habla, pero que ha afectado la economía ganadera de las regiones que se encuentran en ella. La debilidad institucional pública y su falta de foco no ha permitido sacarle el jugo a los diferentes TLC, de hecho el grueso de exportaciones de carne se realiza a países que no hacen parte de alguno de ellos y que por tanto han establecido barreras sanitarias de entrada mucho más laxas. Por fortuna están esos otros mercados. ¿Después de una década cuál es entonces el balance del PTP?, ¿Cuál es el balance de los PINES? En 2007 no existía ni PTP, ni PINES y las exportaciones de carne alcanzaron US$418 millones, en 2008 superaban los US$700 millones y en 2009 estaban por encima de los US$610 millones. Por supuesto el mercado era Venezuela. Pero hoy se tienen 14 TLC desaprovechados. Mientras que en el último par de años, países de la región como Argentina y Paraguay han reforzado sus inversiones en plantas de sacrificio para la exportación de carne y China invierte agresivamente en Brasil y Argentina en diferentes frigoríficos, en Colombia aún se sigue pensando como veinte años atrás: en los mínimos. Por fortuna ahora somos miembros de la OCDE, pero ¿servirá para lo mismo que PTP y los PINES?