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José Félix Lafaurie Rivera

Foto: Fedegán FNG

columna

La crisis es humanitaria, no lechera

por: José Félix Lafaurie Rivera- 31 de Diciembre 1969

Mientras en otras partes del  mundo aumentaron las inversiones en producción de leche en 2013, estimuladas por un mayor precio de los lácteos, según un boletín de ayer de Fedegán, Colombia vendía sus vientres bovinos en gran parte del país a causa del verano intenso. 

Todos vimos las fotos del desastre natural, ecológico y pecuario en Casanare. Igual sucedió en otros lugares que no atrajeron a la prensa, quizá porque el desastre era a menor escala.

En el norte de Bolívar y en buena parte del departamento, el verano se extendió desde noviembre de 2013 hasta agosto de 2014, es decir, 9 meses de sequía en vez de seis meses y solo ahora comienzan las lluvias en vastas zonas del Caribe colombiano. El verano “normal” de 6 meses ya es suficientemente catastrófico en esta región, y cuando termina, las tierras ganaderas se demoran para recuperarse porque muchas han sido sobrepastoreadas por necesidad.

Esa situación crítica fue sobrepasada en tres meses por la sequía de este año. Muchas fincas ganaderas son ya peladeros, sus ganados están flacos y la producción de carne y leche está por el suelo.

Que ahora esté lloviendo no quiere decir que todo se solucionó porque en las fincas no brotarán pastos solo con mojarse, sino que mucha de la tierra tendrá que entrar a cuidados intensivos para que el pasto se vuelva a apoderar de ella y no las malezas, y por lo mismo no podrán tener ganados.

¿En dónde se pondrán las reses entonces?

Pues muchas irán al matadero antes de que se terminen de desmejorar o morir, y recuperar las pasturas de las fincas será una prioridad. Luego habrá que recuperar el hato ganadero muerto de hambre y el sacrificado. Muchos ganaderos tendrán que empezar de nuevo a sabiendas de que el IDEAM vaticina un verano fuerte el año que viene, por lo que no cargarán sus fincas con el ganado que normalmente les cabe -ni si pudieran comprarlo- para no terminar de destruirlas.

Mientras tanto, ¿cómo van a sobrevivir, comer, educar sus hijos y pagar las cuentas?

Según Fedegán, hay “más de 450 mil productores de leche del país, cuyos ingresos dependen exclusivamente de la producción de leche y la generación de cientos de empleos indirectos, además del papel que representan en la seguridad alimentaria...”

La gran mayoría de estos son pequeños ganaderos sin ingresos distintos, cuyos ahorros estaban representados en los animales que se han ido muriendo y en los que han ido sacrificando para poder sobrevivir.

La tragedia causada por la sequía en buena parte de Colombia, incluido el Caribe, será remachada por la mayor producción lechera en el resto del mundo que mencionamos antes, y que permitirá que entren lácteos extranjeros en mayores cantidades y a más bajos precios.

El Gobierno, que hace un censo agropecuario en el país, debe usar la información recopilada para poner créditos muy blandos a disposición de los ganaderos, especialmente los más pequeños y pobres, porque la naturaleza de esta nueva crisis del campo no será solo lechera, sino humanitaria.

Fuente: http://www.eluniversal.com.co/opinion/editorial/la-crisis-es-humanitaria-no-lechera-7170