Mientras nuestros ganaderos siguen haciendo con juicio su tarea —producir y producir— se agotan los tiempos para que el Ministerio de Comercio se pronuncie sobre la solicitud de salvaguardia que solicitó FEDEGAN, con un presagio anunciado: lo que se viene en menos de 44 días será una competencia al límite por traer leche importada así no esté tan barata. Lo demás ya lo sabemos.
Esta semana fueron emitidos los resultados de Producto Interno Bruto del tercer trimestre de 2021, registrándose un crecimiento de 13,2% frente al mismo periodo de 2020, mientras que en el año corrido la cifra fue de 10,3%. Es una importante dinámica, por supuesto parte de ella explicada por las malas cifras de 2020, sin embargo, al hacer el análisis teniendo como base 2019, existe un crecimiento real superior a 3% estando hoy todavía en época de pandemia.
El sector ganadero no fue la excepción en el desempeño trimestral pues el sacrificio bovino creció 3,4% mientras que la producción de leche 4,2%. ¿Qué lo explica? En el caso del sacrificio de bovinos, mejor consumo interno, de poco en poco, en la medida que el nivel del ingreso de los hogares ha ido mejorando. Lo segundo, la buena dinámica exportadora de carne que le ha dado la mano al consumo interno, incluso desde 2020.
En el caso de la producción de leche el mayor nivel de lluvias influyó directamente sobre su buena dinámica, aunque no en todas las regiones del país. Aunque resulta difícil de entender cómo con el crecimiento en la producción de leche cruda, el acopio haya bajado 7,3% y los precios hayan subido 9% en lo corrido de 2021 (enero a septiembre).
Claro, la producción de leche venia subiendo, y el acopio también, al menos en el primer trimestre del año, hasta cuando se registró el paro, el vandalismo y los bloqueos de vías, en donde la producción siguió subiendo, pero hubo desconexión para poder entregar la leche a la industria, es decir el acopio cayó.
Con estos impactos del vandalismo en muchas zonas se limitó la producción para evitar pérdidas mayores, de allí que el acopio haya tenido tan grande caída y los inventarios de leche hayan disminuido. Pero en otras regiones, tal vez más desconectadas de la industria formal y las zonas afectadas por los paros, la producción se mantuvo dinámica.
Ahora y con este panorama, y entrando a la época de verano desde finales de diciembre, lo que va a registrarse desde el 1 de enero será una competencia al límite por traer leche importada desde EEUU y UE, así no esté tan barata.
Paradójico que en un año de alta producción de leche el acopio tenga tan fuerte caída, los inventarios estén bajos y nos estemos preparando para una alta importación como ya es común al inició de cada año. ¿Nos quedaremos solo mirando cómo entra y entra leche importada?
Al respecto, se están agotando los tiempos para que el Ministerio de Comercio se pronuncie sobre la solicitud de salvaguardia que solicitó FEDEGAN. Reitero, y mientras tanto ¿nos quedaremos solo mirando cómo llega leche importada? Creo que del sector agropecuario el ganadero es el más resiliente a las adversidades, pedimos poco, muy poco; pero a 44 días de la llegada del nuevo año sí debemos ir pensando en cómo manifestar que el tema de importación de leche desde EEUU, que a propósito le paga más caro el litro a sus productores, pero llega más barata a nuestro país, no es un juego justo.
Mientras tanto nuestros ganaderos siguen haciendo con juicio su tarea, producir y producir, ahí están las cifras de PIB que lo demuestran.
@ojcubillosp