El impulso que necesita la ganadería colombiana para dar apertura a mercados internacionales de mayor valor en los próximos años requiere de hombres de empresa al servicio de la Nación, que entiendan que el bienestar y la riqueza se hacen invirtiendo y que no hay mejor política social que generar empleo.

Con los resultados electorales del pasado domingo quedó demostrado que el país no quiere la llegada de un modelo que afecte la libertad económica y empresarial, que espanté la inversión y sobre todo que se disfrace en términos de “paz y amor” mientras agrede a quienes no piensan de manera semejante.

Cerca del 57% de los votantes, incluidos quienes lo hicieron en blanco, en definitiva, manifestaron que el camino del país no lo quieren en manos del candidato Petro. Evidentemente, y ya terminada la primera vuelta, los apoyos se concentrarán en el ingeniero Rodolfo con el fin de evitar que el país siga los malos pasos de Perú o Chile.

Hace ya bastantes décadas no veíamos un candidato veterano cerca de llegar a la presidencia, tal vez el último fue Virgilio Barco en 1986 quien lo logró. Por cierto, Barco ingeniero civil y nacido en los Santanderes, al igual que el ingeniero Rodolfo.

Barco tuvo que luchar con graves problemas del país, especialmente del narcoterrorismo de Pablo Escobar, y logró desmovilizar la guerrilla del M19, precisamente el grupo del que “hacía” parte Petro. Situaciones que vivimos los niños y jóvenes de la época que sí mantenemos memoria.

Luego vendrían gobernantes de mediana edad: Cesar Gaviria hoy todavía recordado, y no gratamente, por la ruina que generó su “apertura económica”; Ernesto Samper a quien un elefante del narcotráfico se pasó a sus espaldas, Andrés Pastrana, no memorable por la zona de distención otorgada a las FARC, y que decir de Santos que con su “paz” terminó entregando el país a los bandidos, otorgándoles garantías constitucionales.

Importante poder tener un gobernante con trayectoria, los años y la experiencia valen, además que en su periodo en la alcaldía de Bucaramanga lo hizo bien, por eso el ingeniero es tan querido por sus coterráneos. Pero lo más importante de todo es que es hombre de empresa, y la empresa se hace con disciplina y esfuerzo, no con los subsidios del Estado.

El impulso que necesita la ganadería colombiana para dar apertura a mercados internacionales de mayor valor en los próximos años requiere de hombres de empresa al servicio de la Nación, que sobreentiendan que el bienestar y la riqueza se hacen invirtiendo y que no hay mejor política social que generar empleo.

El contraste es total con el candidato Petro que en sus diferentes planteamientos ha expresado su rechazo a la ganadería e incluso ha propuesto la restricción a exportaciones que dan impulso al sector.

Las cifras no mienten. Haciendo cuentas rápidas son 5,9 millones del ingeniero, más 5 millones de Fico y unos 340 mil mas de otros candidatos, lo que suma 11,2 millones; mientas que en Petro estarán sus 8,5 millones más 890 mil más, llegando a 9,6 millones.

Pilas que no nos pase lo de Perú y Chile que con menos de un año para el primero y cuatro meses para el segundo, de haber elegido presidente ya andan arrepentidos de sus malas decisiones.

@ojcubillosp