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columna

Impetuoso Congreso Nacional de la CGT

por: Ariel Peña González- 31 de Diciembre 1969

Con rotundo éxito se realizó en la ciudad de Bogotá, en Corferias, el XI Congreso Nacional de la CGT (Confederación General del Trabajo), que terminó el viernes 28 de julio con la elección de un nuevo Comité Ejecutivo.

Este Comité orientará a la Central Obrera por los próximos 5 años; resaltando en este magno acontecimiento los principios fundamentales del sindicalismo desde sus inicios hace 200 años, que indiscutiblemente se basan en la autonomía, la independencia, el pluralismo y la solidaridad.

En el evento participaron más de 800 personas, entre delegados oficiales, delegados fraternales, observadores e invitados especiales, lo que demuestra el carácter amplio de la Confederación; que recoge los legados del colosal dirigente sindical, Julio Roberto Gámez (1951….2021), en cuyo homenaje se realizó dicho Congreso, donde también se hicieron presentes, dirigentes gremiales, activistas políticos de diferentes tendencias y líderes sindicales de otras Centrales Obreras, evidenciándose la unidad sindical en medio de la diversidad.

La tesis política de la Confederación General del Trabajo, en este evento, estuvo fundamentada en diferentes temas que tienen profunda incidencia en la vida de los colombianos, tal es el caso de la paz política y la paz social, así como las variadas reformas que ha presentado el gobierno, que no pueden ser orientadas para consolidar un programa político a largo plazo de un movimiento partidista determinado, sino que deben de ser el producto de un acuerdo nacional en donde no haya avasallamientos, sino que todo sea consensuado.

El XI Congreso Nacional de la CGT, fue apoteósico cuantitativa y cualitativamente, a pesar de las desviaciones de un pequeño sector sindical dentro de la Central que no participó en el Congreso, porque todavía se fundamenta en el gamonalismo que no permite el debate fecundo de las ideas al interior de la organización, sino que utiliza al sindicalismo de medio para buscar prebendas que favorecen los intereses de algunos dirigentes, que jamás han sido coherentes con lo que ha significado la lucha social que encarnan las organizaciones de los trabajadores.

Miryam Luz Triana, fue elegida en el Congreso como presidenta titular de la CGT, siendo acompañada por Nicolás Hernández como Primer Vicepresidente, Jorge Iván Diez en la Segunda Vicepresidencia y en la Tercera Vicepresidencia Alberto Guzmán; Francisco Burchardt fue elegido Secretario General, además en la Secretaria de Fiscalización y Auditoria el dirigente de los trabajadores bancarios Nelson Caballero fue elegido, y en la Secretaria de Finanzas se eligió a Jorge Adonaí Espinoza; también se destaca la presencia en el Comité Ejecutivo de destacadas figuras de la Confederación que han aportado valiosos esfuerzos en beneficioso de las justas causas sindicales.

Asimismo hay que resaltar, la presencia de egregios dirigentes agrarios en la conducción de la CGT, caso concreto del ya mencionado Nicolás Hernández, que ocupa el cargo de Primer Vicepresidente, lo que evidencia el compromiso ilimitado de la Central Sindical con el campesinado en la seguridad alimentaria y en la defensa de la producción nacional, para que a mediano plazo se reduzca la importación de millones de toneladas de alimentos, lo cual conspira en contra del empleo en el campo, aumentando la informalidad y la precariedad ante la falta de oportunidades. Subrayando que la CGT, durante sus 52 años de existencia ha defendido la producción nacional, buscando que los empresarios agrarios sean un factor fundamental en el fortalecimiento del aparato productivo, para dignificar a la fuerza laboral campesina generadora de riqueza con el trabajo.

La CGT, al ser una Central Obrera pluralista, no se aferra a dogmas que buscan que las organizaciones de los trabajadores se conviertan en masa de maniobra de gobiernos o partidos políticos, debido a lo cual es una aberración tratar de encajonar al sindicalismo en una corriente determinada; pues el carácter libertario desde su nacimiento no le permite al movimiento de los trabajadores dejarse llevar de doctrinas totalitarias, especialmente cuando la CGT, tuvo una orientación positiva en grado sumo con Julio Roberto Gómez, quien durante toda la vida dedicó su inteligencia al servicio de los trabajadores, llegando a ser presidente de la CGT por varios años.

El mismo viernes 28 de Julio, después de terminado el Xl Congreso en Corferias, un numeroso grupo, de dirigentes sindicales, se dirigió a las instalaciones del Ministerio de Trabajo en el norte de Bogotá en donde se encuentra el despacho de la Ministra Gloria Inés Ramírez, realizando un Plantón, para exigir sin dilaciones la certificación del único y genuino Comité Ejecutivo en cabeza de Miryam Luz Triana, dado que se viola la libertad sindical, cuando un gobierno se parcializa a favor de un grupo, desconociendo los Convenios Internacionales de la OIT(Organización Internacional del Trabajo).

El Sindicalismo Democrático en Colombia, depende de lo que ocurra de ahora en adelante con la CGT, ya que las posiciones claudicantes frente al gobierno, no permiten discernir a futuro qué sucederá con las organizaciones de los trabajadores, de tal suerte que ante el servilismo, hay que desarrollar tareas democráticas de concientización, que le permitan a la clase trabajadora volver a las fuentes del sindicalismo, cuya esencia está apoyada en la independencia y la autonomía………….SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO.