Nos decía, que para alcanzar cualquier meta es necesario estar comprometidos y no solamente involucrados. ¿Y por qué el ejemplo de los huevos con tocino? Porque es evidente que en tal proyecto la gallina nada más está involucrada y coloca unos huevos, mientras que el cerdo está comprometido a tal punto que es sacrificado. No es diferente en las cadenas de valor agropecuarias. Hablemos hoy de la lechera.   En enero de 2018 se expidió la Resolución 083, con el fin de establecer condiciones para promover las exportaciones de leche y derivados lácteos a partir de las Zonas Más Afectadas por el Conflicto – ZOMAC.   Este esquema está basado en que la leche producida en dichas regiones le sea pagada al productor a partir de una formula en la que el precio internacional de la leche en polvo entera coloca la dinámica. En otras palabras si dicho precio baja, en las ZOMAC también disminuirá lo que se le paga al ganadero.    ¿Qué ha pasado durante estos meses en materia de precios? En febrero, el precio internacional utilizado en la mencionada formula, que promedia a Oceanía, Estados Unidos y Europa fue de USD 3.203 por tonelada, mientras que hoy dicha cotización es de USD 3.054, una baja de 4,7 %.   Este comportamiento hace que el Precio Competitivo de Exportación que actualmente se le paga al productor en las ZOMAC sea de $828 por litro, a diferencia del precio por calidad que establece la Resolución 017 de 2012, que para el mes de agosto fue de $1.076 por litro.   Una diferencia de 23% asumida por el productor en donde los costos de transporte y de transformación se le cargan a él. Hasta aquí es evidente como el ganadero está comprometido con la competitividad de la cadena de valor, hasta el punto de sacrificar gran parte de su rentabilidad.   Ahora bien, dicho precio se promovió para impulsar las exportaciones ¿Qué ha pasado entonces con los envíos al exterior? De acuerdo a las cifras de comercio internacional del Consejo Nacional Lácteo, en lo corrido del año hasta el mes de agosto de 2018 se habían exportado 3.774 toneladas de productos lácteos por USD 14,9 millones, mientras que en el mismo periodo de 2017 las cifras fueron de 3.765 toneladas y USD 14,1 millones. Un crecimiento marginal.   Lo preocupante del entorno es que las importaciones mantienen mayor dinámica que las exportaciones y se han reactivado por cuenta de la caída de los precios internacionales, que se mantendrán a la baja al menos hasta abril de 2019. ¿Qué hacer al respecto?   Ya el sector ganadero ha demostrado que está comprometido con la productividad y competitividad produce más y a un estándar de precio similar al de la región. Sin embargo las exportaciones no despegan: vale la pena darle una mirada al mercado interno y sacarle el jugo mientras destrabamos lo internacional.