Seguramente con la actualización del pago por calidad del litro de leche muchos productores sentirán un ligero alivio en sus bolsillos. La subida en el precio de los insumos para la producción por el alza en los fletes marítimos y la misma dinámica de la tasa de cambio, generaron un gran traumatismo en los costos de producción para la elaboración de leche.
Así las cosas, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural determinó un incremento de 7% en el precio del gramo de grasa, proteína y solidos que componen el precio del litro, el cual se hará efectivo a partir del próximo 1 de octubre. Sin embargo, vale la pena tener en el horizonte qué se vendrá para los próximos meses en el mercado lechero pues las altas sensibilidades son típicas en las diferentes variables que lo componen.
Inicialmente hay que tener presente que entrado octubre ingresa la segunda temporada de lluvias que va hasta fines de diciembre, cuando inicia la primera época seca hasta mediados de marzo.
Hay que tener en cuenta que en los últimos meses la industria lechera ha utilizado gran parte de sus inventarios y que tratará de estar mejor abastecido para afrontar el primer verano de 2022, por lo cual entre octubre y hasta mediados de diciembre el acopio mantendrá un buen ritmo.
Vale recordar que desde que ocurrieron los hechos vandálicos de mayo, así como el bloqueo de vías, y ante los daños que se generaron en el transporte y comercialización de leche, muchos productores decidieron mermar la producción para evitar mayores daños, lo que ha desajustado el nivel de oferta que debería estarse colocando para el consumo nacional.
En ese sentido, el próximo trimestre tendrá una buena dinámica de acopio, y los precios con el reajuste de 7% contribuirá al bolsillo del ganadero. Sin embargo, mirémoslo desde la otra punta de la cadena de valor.
Por supuesto que el alza del 7% será trasladada al consumidor, la industria procesadora, ni los comercializadores están dispuestos a disminuir su margen. Lo que es importante determinar en un par de meses, cifras en mano, es que el consumo no se haya deteriorado en alguna proporción.
Pero además hay que tener en la cabeza una fecha que para el sector lechero ya se ha hecho sensible: el 1 de enero, cuando se activan los contingentes de importación de leche en polvo proveniente desde EEUU y UE. Es bien conocido el daño que ha hecho tal importación y su efecto sobre el precio al productor.
Ojalá para para antes de terminar 2021 el Ministerio de Comercio pudiera tener un fallo favorable al sector lechero colombiano en virtud de la acción de salvaguardia que interpuso FEDEGAN. Y por qué digo favorable, porque toda la evidencia de manera contundente indica diferentes daños.
Pero volviendo al tema importador, es necesario tener en el panorama que el precio del barril del petróleo está al alza y podrá subir un poco más. Ante este comportamiento de mayores dólares en nuestra economía petrolera, la tasa de cambio podrá ir a la baja lo que nos expondrá más a la entrada de leche en polvo desde EEUU, así como otros derivados lácteos.
Como es típico en el mercado lechero los vaivenes continuarán en los próximos meses.
@ojcubillosp