Presidente, Presidente…… No me diga presidente, carajo, que eso me suena a mala noticia. Dígame Juanpa. Me gusta más.. ¿Qué se le ofrece?
Pues que dice Jaramillo que la cosa en La Habana está jodida. “Timo” ya dijo que este año no firma nada y que si no se despacha el preámbulo del acuerdo, el entrante tampoco. Márquez está furioso con Mora porque habla de entrega de armas y desmovilización, que es como mentarles la madre. O peor. ¿Qué hacemos?
Díagale a Jaramillo que la culpa es del hacker. Que infiltró los correos de Mora y los de Márquez y a lo mejor los de “Timo”. Pero que frescos. Estamos arreglando lo del majadero ese y todo volverá a la normalidad. ¡Maldito hacker!
Presidente, perdón, Juanpa, llama el ministro Gaviria y dice que cómo hace para evitar paseos de la muerte, sin un cochino peso. Que los hospitales se están cayendo a pedazos, y que llama al ministro Cárdenas y le contesta que plata es lo que no hay. ¿Qué le digo al economista ese que se las da de médico?
Pues que explique que es un problema transitorio, porque el hacker le creó mal ambiente a la salud y todos, empezando por los aliviados, salieron a pedir citas. Que es cuestión de histeria colectiva, como la vaina esa de las niñas de Carmen de Bolívar. Que haga entrevistar un siquiatra para que diga a los periodistas que toda esa gente que hace fila no tiene más que ganas de fregar y puro susto con las mentiras del hacker. Adiós.
Presidente. Es decir, Juanpa! ¿Otra vez? Sí. Es que ahora llama el ministro Cárdenas y dice que está “llevao” con el hueco presupuestal. Que ya con los doce billones no sabía qué camino coger. Pero ahora Fedesarrollo (los amigos, Juanpa) dice que el hueco es de diecisiete. Y la contralora , que es de veintidós. Está que se chifla el hombre. ¿Qué hago?
Pues nada. Que llame a Maya Villazón y le diga que busque a alguien que sepa sumar y que lo ponga a cuadrar el hueco. Y que mientras tanto, que repita que esos son ataques del hacker, que además nos ha costado mucha plata. Las cuentas están claras. Pero además, ¿para qué sirven esos condenados de la clase media que nunca han pagado impuestos? Parece que me hubieran aprendido. Pero no, señor. Les vamos a enseñar a pagar con gusto. Y al contado. Tranquilice a Cárdenas. Adiós.
Juanpa: soy yo, otra vez. Pero es que la Gina Parody me dice que le pasa o le pasa. Que siguiendo sus palabras, Juanpa, prometió jornada escolar de 8 horas y que Cárdenas le dice que no hay un centavo para construir un colegio. Que está enloquecida lidiando padres de familia. ¿Qué le contesto? Que ya vendrán los colegios, que no se preocupen. Era que la que sabía dónde estaba la plata para construirlos era María Fernanda Campo, pero la tuve que despedir por el desprestigio que le causó el hacker. Todo es culpa de Oscar Iván Zuluaga y de ese tipo que contrató para desestabilizarnos. Pero que tengan paciencia. Una sonrisita de Gina calma a cualquiera. Adiós y déjeme jugar poker, hombre.
Juanpa, Juanpa, perdóneme. No le quiero interrumpir la caña que está echando, pero ahora sí la cosa está verraca. Porque me llaman el vicepresidente y su amigo, el superministro ese que usted nombró, a decirme que les diga que qué hubo de la plata para las autopistas. ¿Que cómo quiere que se haga elegir presidente sin un peso para construir las carreteras que lo harán famoso? Ah. Y que no se le olviden los cuarenta billones para las casas que van a regalar.
Explíqueles que el hacker le hizo tan mal ambiente al negocio de Isagen, que no se pudo vender. Y que lo de Ecopetrol, ni lo mencionen. Ya con la primera embarrada tumbaron el precio y los accionistas me van a enloquecer. Y cómo quieren que venda una cosa a la que nuestros amigos de las Farc le ponen bombas todos los días, secuestran los técnicos y no dejan explorar. Ni milagroso que fuera uno. Y a los que piden carreteras, que les digan que ya esperaron lo más, doscientos años, que ahora esperen otros cuatro. Ya por lo menos hablamos de ellas. Y las prometemos. Adiós.
¿No le dije que no me llamara más? Ay Juanpa, es que lo llama Maduro. Si. Su amigazo. A decirle que no tiene quién le preste diez mil millones de dólares que necesita para antier. Que si usted se acomide. Y que si no, ¿para que son amigos? Dígale a Maduro que no tengo un centavo. Pero que le mando al hacker, que hace maravillas. Todo lo explica. Fiscal Montealegre, Montealegre…