¿Ha caminado descalzo o por suelos irregulares con zapatos de suela delgada? La pezuña de los bovinos no es lo que algunas veces creemos, no es un zapato especializado para caminar en pisos duros e irregulares. Además del peso que tienen y la incomodidad que puede ser caminar con 5, 10, 15, 20 o más kilos de leche entre las piernas. ¿Ha pensado quien carga la leche hasta el tanque?
Con esto no quiero dar a entender que todos los caminos deban ser un tapete acolchado, aunque para ellas sería un sueño. Si considero que los caminos deben ser, en la medida de lo posible, cómodos; evitando la gravilla de piedras grandes e irregulares, procurando que los caminos sean regulares, que no sean muy duros…
Los caminos de las vacas hacen parte de los grandes retos de todas las producciones lecheras, espero que estos datos sirvan cuando vuelva a pensar en ellos.
Las pezuñas de las vacas no son llantas de carro ni están en zapatos especiales con suelas gruesas y de fuerte agarre; pero son los apoyos de esos seres que hacen nuestras empresas ganaderas factibles. No queremos que ellas tengan un trayecto incomodo camino al ordeño, debemos evitar la liberación de cortisol y de esta forma prevenir una disminución en la producción de leche; ¿o usted llega contento cuando le duelen los pies después de caminar?
Sin profundizar mucho en la anatomía de la pezuña del bovino, que además debe ser analizada en conjunto con el resto de las estructuras óseas para trabajarla, me voy a referir únicamente a las estructuras que se pueden observar a simple vista.
Antes de describir la pezuña es importante hablar de cómo se reparte el peso en los bovinos. Los dos miembros anteriores (manos), reciben alrededor del 60% del peso del animal. El 40% restante lo reciben los dos miembros posteriores (patas). Las pezuñas delanteras tienen el peso bien repartido, las pezuñas traseras soportan el peso cerca a un 50% más en la pezuña externa que en la interna.
Imagen propiedad de UNAD
La zona de apoyo de la pezuña tiene diferentes estructuras: suela, muralla, línea blanca, talones y espacio interdigital. Todas estas son el soporte para que las vacas, al repartir su peso, puedan caminar sobre la primera falange. Buscando que sea lo más sencillo posible diría que las descripciones son las siguientes:
La suela no es una piedra, aunque es fuerte y tiene un grosor protector, sufre lesiones si el piso es brusco.
La muralla tiene el mismo tejido duro y protector de la suela y recubre la pezuña en el frente y los laterales.
La línea blanca es el cemento que permite que la muralla se adhiera a la estructura interna y no se desprenda. Es una línea delgada que se puede observar entre el borde y la suela cuando se mira la pezuña en la zona de apoyo.
Los talones se encuentran en la parte trasera de la pezuña y absorben el impacto en cada una de las pisadas.
El espacio interdigital se encuentra entre cada uno de los dedos de esas pezuñas, la protección es mucho menor porque el tejido es piel y propenso a enfermedades y heridas.
Ahora, entendiendo un poco como son “los zapatos” de las vacas, disfrute un paseo con ellas y póngase en sus zapatos mirando donde pisan.
Mariana Navarro Sanint, Médico Veterinario Zootecnista
Universidad Tecnológica de Pereira
Asistente Técnica