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José Félix Lafaurie Rivera

Foto: Fedegán FNG

columna

Gris, muy gris

por: José Félix Lafaurie Rivera- 31 de Diciembre 1969

Un fuerte pronunciamiento realizó la Cámara de la Leche respecto a la política de precios pagados al productor. Y razones les sobra.

En esta oportunidad no habrá incremento de precios durante el año que empieza ahora y termina en abril de 2016, por obra y gracia de una fórmula que en su momento sirvió de base para acercar a regañadientes a productores e industriales, y que ahora literalmente castiga a los primeros y los coloca al borde de una crisis de rentabilidad, en tanto que dio mayor peso a unos factores que le son propicios a los fines comerciales de los segundos.

Lo grave de este escenario es que marca premonitoriamente el reordenamiento del sector con mayores secuelas sociales que de producción.

Fedegán ha advertido hasta la saciedad, sobre los impactos negativos de unos TLC firmados en desventaja para los productores colombianos, y ha puesto como ejemplo lo ocurrido en otras latitudes como en México, en donde, como consecuencia del TLC firmado con Estados Unidos, el número de productores se redujo de 180 mil productores a tan solo 30 mil.

Señala el presidente de la Cámara de la Leche, Juan Bernardo Villegas –no sin antes lamentar el hecho de que el Gobierno no hubiera convocado a esta entidad para analizar los resultados de la fórmula– que las condiciones de la economía ganadera han cambiado sustancialmente desde la entrada en vigencia de dicha fórmula hace 3 años, y que el mismo Ministerio reconoce que es necesario adelantar las revisiones que sean necesarias al sistema de pago al productor plasmado en dicha Resolución, hoy en un escenario de reducción importante de márgenes de rentabilidad.

Y es que el panorama no solo para este sector sino para toda la economía colombiana, luce muy gris. De un plumazo la caída del petróleo a nivel mundial y con ella la mayor devaluación del peso colombiano, demostró que lo bueno de la política económica colombiana que se exhibía hasta hace muy poco, venia por tener una revaluación importante y un control de la inflación por parte del Emisor. Hubo plata hasta para implantar un modelo de desarrollo asistencialista que permitió mostrar mejores cifras sociales, pero que desmontarlo va a ser muy difícil máxime que ahora le respiran en la nuca al presidente.

Ya estamos a la vuelta de 9 años para la apertura total y los pasos para evitar un derrumbe social en el sector, y todavía no hay claridad sobre su desarrollo.

Para la muestra un botón: De todo lo que había para el sector productivo rural en las “Bases para el Plan de Desarrollo”, poco quedó en el articulado, destacándose el tema de tierras. Juan Bernardo tiene toda la razón, pero además hay que estar muy analíticos pues lo que persigue la industria a la final es la libertad de precios. No hay que olvidar que esta es una “pelea de tigre con con burro amarrao”, por aquello del monopsonio.