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columna

Gran victoria de la UNAD para Colombia

por: Carlos Alonso Lucio- 31 de Diciembre 1969

Megauniversidad pública, líder entre las virtuales de Iberoamérica, acaba de ser reconocida como de ata calidad, condición que el próximo gobierno debería valorar.

Megauniversidad pública, líder entre las virtuales de Iberoamérica, acaba de ser reconocida como de ata calidad, condición que el próximo gobierno debería valorar.

Muy importante para el país, para sus 170.000 estudiantes y para sus 130.000 egresados que la UNAD haya recibido la acreditación de alta calidad educativa.

No se trata de una firma más de un funcionario sino el resultado de un arduo y riguroso proceso de evaluación que adelantaron sus pares académicos venidos de otras universidades y de expertos procedentes de las instituciones responsables.

Por unanimidad, pidieron que se la reconociera como universidad de alta calidad.

El día que algún ministro de educación llegue a comprender la diferencia que existe entre lo connotado y lo importante, ese día podrá comprender que la UNAD es la universidad pública más importante de Colombia.

Para empezar, es la única megauniversidad pública.

Se denominan “mega” cuando las universidades superan los 100.000 estudiantes. Este enero la UNAD llegó a los 170.000. Algo extraordinario si se tiene en cuenta que hace un año tenía 135.000 y que mientras las otras han tendido a disminuir por causa de la pandemia, esta ha crecido exponencialmente.

No obstante, no es de extrañarse si se tiene en cuenta que la UNAD es la institución con mayor cultura digital del país. Su particularidad de haber nacido como universidad 100 % a distancia hizo que fuera la primera en abrazar sedienta la aparición de internet. Para una institución que educaba por correo desde que la creó, en 1981, una ley de Luis Carlos Galán, la aparición de internet fue como si se le apareciera un milagro.

Cuando llegó internet, sus directivos lo comprendieron integralmente y se dedicaron a desarrollar sus propios métodos pedagógicos adaptados a la disruptividad de las nuevas tecnologías. Por eso, cuando llegó la pandemia, eran quienes mejor comprendían que la educación vía internet va mucho más allá que ponerle una cámara a un profesor para que siga dictando como si estuviera parado frente a un tablero, en un salón de clases.

Actualmente, la UNAD ejerce el liderazgo más destacado entre las universidades virtuales de Iberoamérica. Todo ello, con base en los desarrollos y las innovaciones surgidas de sus equipos y de su inteligencia enteramente colombianos.

Son los primeros en haber implementado la tecnología del bolckchain a todos sus procedimientos académicos y administrativos. No entiende uno por qué los gobiernos no les han pedido que les implementen esta tecnología en todas las instituciones como herramienta inmejorable en la lucha contra la corrupción.

La reforma a la educación que necesitamos tendrá que atender las enseñanzas y la importancia de la UNAD.

—¿Cómo no mirar que sus estudiantes pagan un promedio de $ 1.200.000 pesos por semestre?

— Que mientras el gobierno subsidia con 8.000.000 de pesos anuales por cada estudiante de la universidad pública presencial, al estudiante de la UNAD solo le ayuda con 600.000 pesos/año.

No existe otra institución con más presencia en todo el territorio nacional que la UNAD. Tiene estudiantes en 1.116 municipios, tanto en sus cascos urbanos como en sus zonas rurales. Tiene más cobertura que instituciones tan importantes como Bienestar Familiar o el Banco Agrario, lo cual es muy interesante, entre otras cosas, porque el hecho de ser universidad virtual no les exige a sus estudiantes que se desliguen de sus territorios para ir a las capitales de donde nunca regresan. El conocimiento que la UNAD lleva a las comunidades se queda en las comunidades, lo cual implica progreso real y más democracia para las regiones.

Para bien de nuestro país, es de esperar que el próximo gobierno valore en su justa dimensión el trabajo y la potencialidad de la UNAD.

La UNAD es el fruto de la dedicación, la disciplina y la creatividad de miles de personas a lo largo de más de cuarenta años. Y es de vital justicia reconocer el liderazgo brillante del rector Jaime Leal, quien le ha dedicado su vida a la construcción de esa obra trascendental de nuestra nación. No cabe la menor duda de que el rector Leal está entre los expertos que mejor conciben y conocen el tema de la educación en Colombia.

Pasamos por un momento en que el alma nacional necesita de noticias buenas que nos rescaten de los pesimismos y nos restauren la autoestima.

Celebremos, pues, entre todos, esta victoria de la alta calidad de la UNAD que nos pertenece. Y debemos celebrarlo entre todos porque la UNAD es universidad pública, en el verdadero sentido de que, no solamente es estatal, sino que es de todos.