Nuestro objetivo está puesto en lograr en 2032 exportaciones por US$1.000 millones y escalar los US$770 millones en 2026, pero es necesario mantener el estatus sanitario, la agenda comercial para abrir nuevos mercados, y poner en marcha un sistema de identificación animal sin la cual nos alejamos de mercados de altísima demanda y mayor valor.
Lo habíamos dicho en 2018. Con el diseño del actual Plan Estratégico de la Ganadería, que llamamos Hoja de Ruta 2018 – 2022, el sector ganadero bien podría alcanzar exportaciones en 2021 por US$400 millones y en 2022 por US$500 millones siempre y cuando se cumplieran ciertos requisitos.
El primero de ellos mantener el estatus sanitario de país libre de aftosa, que lastimosa terminó perdiéndose en los primeros días de octubre de 2018, pero que fue recuperado en febrero de 2020. Sin embargo, algo bueno salió de tal situación y fue la zonificación sanitaria por parte del ICA para evitar de nuevo tal escenario.
Lo segundo, mantener una sostenida y consistente agenda comercial para abrir nuevos mercados. De hecho, en 2018, antes de la pérdida del estatus sanitario diez mercados nos realizaban compras de carne, leche y animales en pie. Con la recuperación del estatus dicha cifra aumentó a 17 mercados en 2020 y en 2021 la cifra llegó a 27.
Lo tercero, poner en marcha un sistema de identificación animal, en donde si bien la autoridad sanitaria ha avanzado en lo conceptual, aun no logra implementarlo. Desafortunadamente seguimos teniendo una institucionalidad pública que no va al ritmo de las necesidades y demandas del sector privado.
Pues bien, terminado 2021, podemos decir que las exportaciones de carne, bovinos en pie, leche y derivaos lácteos alcanzó la cifra fe US$427,4 millones, con un valor ligeramente superior al registro de 2012. De hecho, el último año dinámico en exportaciones del sector fue 2013 con US$517 millones, antes que Venezuela entrara en crisis, mercado al cual se dirigía el 98% de nuestras exportaciones.
Pero ahora el foco está puesto no solo en 2022 con la meta de US$500 millones, sino en establecer la Hoja de Ruta 2022 – 2026 en articulación con un nuevo gobierno. De allí la importancia que quien dirija los destinos del país promueva la libre empresa y mercado, así como el comercio internacional, en lugar de pensar en restringir la producción de cualquier reglón económico.
Efectivamente nuestro objetivo está puesto en lograr en 2032 exportaciones por US$1000 millones, por lo cual para 2026 la meta volante sería la de superar los US$770 millones, que al fin y al cabo se traducen en mayor bienestar para el sector y sus cadenas de valor.
Importante entonces mantener los tres puntos que he enunciado, poniéndonos al día en el tercero que se encuentra en retraso. Sin trazabilidad e identificación animal nos alejamos de mercados de altísima demanda y mayor valor como son EEUU, UE y China. Es un llamado a la diligencia hacia la institucionalidad pública sanitaria.