Pedro E. Piñate B - MV, MSc. Editor Notas Agropecuarias

Frontera caliente

Por Pedro E. Piñate B - 27 de Febrero 2025


Siguiendo la emigración forzada de miles de colombianos desde el Catatumbo hacia Venezuela, causada por el conflicto armado, la escalada última de atentados explosivos en la vecina Cúcuta no se hizo esperar. Esto coincidiendo con "paros armados" que es la toma violenta de poblaciones y caminos, en otras de sus regiones. En este escenario la situación colombiana se refleja en lo que se llama "frontera caliente", término si se quiere algo ambiguo para referir a la anarquía focalizada allí, de los agentes del terror que azotan a Colombia causando graves consecuencias también para Venezuela.

En estas circunstancias cunde el miedo y la zozobra entre los habitantes de ambos lados de la frontera, atrapados en un conflicto armado cuya solución escapa de ellos pues es de fuerza y determinación de Estado hasta acabarlo. Dedicados como productores o trabajadores a las actividades agropecuarias, o del comercio, son los habitantes de la frontera gente en su gran mayoría trabajadora,unos verdaderos colonos de fuerte arraigo tras varias generaciones sin los cuales ésta no tendría vida.

Infortunadamente mientras la violencia de los guerrilleros insiste en aterrorizar a Colombia, en un conflicto que lejos están de ganar, el país hermano sufre por sus errores y omisiones. Una falsa paz acordada sin desarme, con total impunidad y el empoderamiento político de los líderes de la anarquía en curules sin ser electos, más una creciente desgobernabilidad que se observa, han retrocedido en el tiempo a Colombia como si no hubiese sido suficiente el terror por décadas sufridas y perdiendo los avances logrados.

Por eso es difícil esperar una mejoría inmediata, aunque sería de esperar que los guerrilleros colombianos fuesen reducidos entre los dos países si esto se acuerda. Ni en Colombia ni en Venezuela nadie los quiere y además tienen muchas cuentas pendientes que pagar, aunque allá y aquí haya quién por motivaciones políticas los apoye, y se haga la vista gorda o no quiera cobrar.

Porque la paz de Colombia es también la de Venezuela y viceversa, en ambos países la gestión, búsqueda, procura y mantenimiento de la paz es obligada. Algo que parece olvidarse en ambos lados, mientras los pescadores en río revuelto estimulan en forma solapada o abierta la anarquía, actuando a espaldas de los intereses y nacionales en cada país.

Ref. Pedro E. Piñate B. Frontera caliente. Notas Agropecuarias. Sábado, 22/02/2025. NA#208/2025