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Frente a la invasión de tierras…, solidaridad

Por José Félix Lafaurie Rivera - 23 de Septiembre 2022

Comparto con mis lectores dos trinos recientes a raíz de las invasiones de tierras. El primero afirma que “No es coincidencia que @jflafaurie hace poco haya propuesto revivir las Convivir”; y el segundo que “Alcalde de Plato convocó Ejército y Policía a respaldar ganaderos en caravanas para intimidar supuestos invasores; imágenes y vídeos recuerdan a autodefensas y ningún participante desmiente impulso a iniciativa de @jflafaurie de retomar las Convivir”.

Comparto con mis lectores dos trinos recientes a raíz de las invasiones de tierras. El primero afirma que “No es coincidencia que @jflafaurie hace poco haya propuesto revivir las Convivir”; y el segundo que “Alcalde de Plato convocó Ejército y Policía a respaldar ganaderos en caravanas para intimidar supuestos invasores; imágenes y vídeos recuerdan a autodefensas y ningún participante desmiente impulso a iniciativa de @jflafaurie de retomar las Convivir”.

Estos sorpresivos trinos no son de un ciudadano cualquiera, sino de la primera autoridad del departamento del Magdalena, el gobernador Carlos Caicedo, quien se apuró a tildar de paramilitares a un grupo de sus gobernados, que solo buscaban proteger pacíficamente sus propiedades; y no contento con ello, se despachó contra mí por haber convocado a la solidaridad ganadera, con afirmaciones irresponsables, que lindan con el Código Penal -injuria y calumnia- y con el régimen disciplinario de los servidores públicos, competencia de la Procuraduría.

No es de extrañar, pues no es de ahora su animadversión hacia la ganadería, al punto que, en su proyecto de Plan de Desarrollo 2020 – 2023: “MAGDALENA RENACE”, tal “renacimiento” estaba concebido a partir de la destrucción de la ganadería departamental, lo que nos obligó a defenderla ante la Asamblea, con verticalidad, con argumentos… y con éxito. Me temo que hoy esté pagando esa derrota, pero la defensa de la ganadería magdalenense bien lo vale.

Por esa misma razón debo referirme al texto infamante del segundo trino de Caicedo. Primero, reitero que jamás he propuesto retomar las Convivir y, por lo tanto, mal podría alguien desmentir o no algo a lo que jamás me he referido.

Segundo, reivindicó la actitud de cumplimiento del deber del alcalde Peña, del Ejército y la Policía, que además califico de solidaria con la ciudadanía.

Tercero, no sé qué recuerdos tenga el señor Caicedo de los paramilitares ni de su propio tránsito por organizaciones armadas ilegales, pero debo insistir en que es una infamia y una falta grave por parte de un funcionario público, hacer señalamientos infundados, como el de paramilitarismo, que ponen en riesgo la vida de las personas.

Cuarto, si los invasores se intimidaron, pues se logró el objetivo de mostrar que el ganadero no está solo, que estamos unidos entre nosotros y con las autoridades. ¿Quién ha dicho que es ilegal intimidar pacíficamente a quien pretende irrumpir en nuestra casa?; hacer ruido, llamar vecinos, informar a la policía, fue lo que, valga la comparación, hicieron los manifestantes solidarios de la caravana. Pero, además, ¿desde cuándo está limitado el derecho de los ganaderos a la asociación?, ¿en dónde nuestra legislación prohíbe a los ciudadanos “colaborar”, sin entorpecer, con las autoridades en la protección de derechos fundamentales, en este caso el derecho a la propiedad?

Por el contrario, la colaboración ciudadana solidaria es un deber consagrado en el artículo 95 de la Constitución, que nos demanda “Obrar conforme al principio de solidaridad social, respondiendo con acciones humanitarias ante situaciones que pongan en peligro la vida o la salud de las personas”.

Por ello me ratifico en mi invitación, que el país conoce y que ya ha sido atendida por miles de ganaderos, a conformar grupos voluntarios y solidarios de reacción inmediata, que acompañen pacíficamente al ganadero afectado, que agradecerá nuestro apoyo y mañana estará dispuesto a brindarnos el suyo.

Ese es el propósito, mostrarles a los invasores, a la sociedad y también a las autoridades, que el ganadero no es un “lobo estepario”, que, por el contrario, somos una “manada” organizada y pacífica; que nos une el trabajo de la tierra y que, en su defensa…, somos solidarios.

@jflafaurie