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“Felicitaciones”

Por Pablo Caputi - 15 de Noviembre 2012

En primer lugar felicitaciones a FEDEGAN por la iniciativa de analizar la realidad agropecuaria “CONtexto ganadero”. Antes de completar mi formación como economista seguí ese mismo camino, graduándome como agrónomo. Pensaba, y pienso, que la visión que uno tiene de la economía agropecuaria y su potencial es diferente si uno primero se compromete a fondo con la familiar rural y la complejidad de los procesos de producción “al aire libre”.

Mis colegas economistas “a secas” tienen dificultades para entender muchas de las cosas que para mí son naturales, por haber estudiado agronomía antes. Cuando escribo de economía de la carne, siempre trato de escribir con texto ganadero.

Les escribo desde el país más ganadero del mundo, Uruguay, en donde cada uno de nuestros conciudadanos (algo más de 3 millones) debe cuidar 4 vacunos (un rebaño de algo menos de 12 millones). Esto marca nuestra economía, nuestra cultura, nuestra identidad. Y estamos orgullosos de ello.

El ganado se introduce en “la Banda Oriental del Río Uruguay” (como éramos conocidos) hace 400 años en 1611, cuando un adelantado mercosuriano (Hernandarias, paraguayo y gobernador de Buenos Aires) entendió que la forma de transformar una tierra “sin ningún provecho” (sin minerales, sin población) era afincar aquí ganado. O sea: el ganado nos precede, es más dueño de este territorio que nosotros mismos.

Primero fue el cebo para usar en las lámparas de alumbrado. Luego el cuero para vivienda y vestimenta. Posteriormente el saladero para producir el tasajo que exportábamos y aun exportamos a Cuba. Para 1865, un innovador belga se asoció con el famoso Liebig para traer desde Europa la tecnología de elaboración del extracto de carne que curaba a los enfermos.

Finalmente en 1879 la primera travesía del Atlántico con carne enfriada en un barco francés. Cada innovación tecnológica trajo un cambio económico y social significativo: la ganadería y la producción de carne son el sello distintivo de este rincón de nuestra amada América Latina.

Compartir con los hermanos colombianos de la patria grande nuestras experiencias, nuestra visión, nuestras expectativas será un placer y un honor. Como les dije en una conferencia a la que amablemente me invitaron en el 2011 en Barranquilla, vuestro país está llamado a ocupar un rol muy importante en la producción ganadera mundial del futuro.

Tienen los recursos naturales y humanos para hacerlo. Organizarse, abrirse al mundo y aprender, ejecutar las transformaciones con firmeza y decisión es vuestro desafío ahora. Cada plato de carne esconde mucha sabiduría y mucho conocimiento.

En próximas notas iremos poco a poco compartiendo vivencias, como si estuviéramos compartiendo “un tinto colombiano” o un “mate uruguayo”. Lo hermoso de esta tarea que nos toca en la vida, es que podemos sumar lo útil a lo agradable. Mientras aprendemos sobre los sistemas de producción y las cadenas de abastecimiento de alimentos disfrutamos la cultura agropecuaria y la nobleza de su gente. Un privilegio mayor.