La reunión de un grupo de congresistas con la delegación de las Farc en La Habana ha dejado resultados importantes. El primero de ellos: Roy Barreras, en representación del Congreso, terminó graduando como colegisladora a las Farc. !No es exageración! Veamos:
Según el diario El Tiempo: "Barreras agregó que lo que está definido es que el Congreso no legislará sobre ningún tema de fondo, mientras no esté firmado el acuerdo para el fin del conflicto".
Y según el comunicado de las Farc en su página web: "El presidente del Congreso manifestó el compromiso de que el parlamento no legislaría sobre asuntos que son materia de la Agenda de Diálogos hasta cuando las partes lleguen a acuerdos concretos que deberán ser tenidos en cuenta por esta rama del poder público".
Esto significa que al margen de la Constitución los parlamentarios se comprometieron con las Farc a que no cumplirán con su función legislativa respecto a los temas de la agenda de negociación, hasta tanto no haya un Acuerdo entre el grupo violento y el Gobierno. En otras palabras, que solo legislarán sobre temas agrícolas, relacionados con el territorio, asuntos electorales, aspectos relacionados con los derechos humanos y la seguridad, etc., hasta que las Farc no den el visto bueno, que se entenderá dado con la firma del Acuerdo.
La independencia del órgano legislativo, cuyo funcionamiento debe ceñirse estrictamente a la Constitución y a la dinámica de los partidos que emulan en democracia, se abandonó y se entregó a la voluntad de las FARC. El Congreso legislará únicamente cuando las FARC lo autoricen.!Vergonzoso!
¿Qué base constitucional tiene semejante despropósito? ¿Por qué doblegar el Congreso de Colombia, elegido por los ciudadanos, a las demandas de un grupo cuya único argumento son las bombas y las masacres?
Los congresistas que asistieron con visto bueno e instrucciones de Juan Manuel Santos dieron facultades de colegislador a las Farc. Muy mala cosa para la democracia colombiana, pésimo ejemplo para los jóvenes que ven en decisiones de ese tipo como por la violencia y el crimen se doblega el estado de derecho.
Pero además fueron a decirles a las Farc que van a participar en política y que expedirán las leyes que sean necesarias para ese propósito. ¿Por qué le ofrecen elegibilidad a autores de crímenes atroces mientras se la niegan a perpetradores iguales de las AUC? Dar participación política a individuos que han cometido masacres, secuestros y atentados terroristas es validar el crimen como medio de acción política en una democracia. ¿Qué diferencia hay entre las masacres de Mancuso y las de Máquez? ¿Qué diferencia al asesino Timochenko del asesino Don Berna? ¿Qué distingue al narcotraficante Catatumbo del narcotraficante Hernán Giraldo?
La paz que requiere Colombia es una Paz Justa: sin impunidad, sin elegibilidad para responsables de atrocidades, que respete los derechos de las víctimas, con verdad, reparación y con desmovilización total y desarme absoluto. !Santos y las Farc están jugando a otra cosa!