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columna

“Facciamo finta che tutto va be”

por: Luis León- 31 de Diciembre 1969

Empiezo con el estribillo de una popular canción italiana, de Ombretta Colli, ( https://youtu.be/W6yxzg6mT9k ) que un medio radiofónico de gran difusión en España utiliza como himno alegórico en tiempos de Coronavirus.

Traducido con rigurosa literalidad diría, “Finjamos que todo va bien”, y resulta tremendamente ilustrador en un momento en el que los países de la Unión Europea empiezan a estimar fechas de lo que se está llamando el “desescalonamiento” de la cuarentena. Es decir, las fechas en que cada país empezará, progresivamente, a salir de su “arresto domiciliario”.

Y esto no significa más que la presunción de que como los gráficos de contagio se empiezan a aplanar, los gobiernos se apresuran a mitigar el factor tiempo de la hibernación de sus economías que tanto daño les está significando. Detrás de estas estrategias se adivina la aterradora disyuntiva entre Economía y/o Salud que desgarra la toma de decisiones de cualquier político que no sabe si es mejor un muerto más o el hundimiento de la maquinaria productiva, que seguramente nos puede llevar a una recesión más sangrante que la de La Gran Depresión del 29. (¡Las cifras y estimaciones de organismos como el FMI son escalofriantes!)

Si nos atenemos a las estadísticas y el Data de países como Alemania, Suiza, Austria, Holanda, Portugal o Grecia (¿quién lo diría?), se podrían entender ciertas ponderaciones entre riesgo y beneficio. Incluso la castigada Italia, que tomó medidas una semana antes que el gobierno español, podría aflojar algunas restricciones en actividades puntuales.

Pero cuando uno habla del gobierno social-comunista de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, entonces el estribillo de la canción italiana cobra todo el sentido (“finjamos que todo va bien”)

Ningún gobierno europeo, (el Reino Unido de Boris Johnson ya no está en la CE), ha sido más inepto, indolente e infame en la gestión de la crisis sanitaria del Coronavirus : Se le advirtió desde la OMS (Organización Mundial de la Salud), desde la Unión Europea y algunas autoridades nacionales, varias semanas antes de tomar medidas, de la inminencia de la pandemia y la necesidad de acopio de material sanitario y dispositivos de diagnóstico (PCRs y Tests rápidos)….Pero como se acercaba la fecha de uno de sus “rituales propagandísticos” del Día de la mujer, del 8 de marzo, eligieron la ideología a la salud y permitieron multitudinarias manifestaciones del radicalismo feminista de izquierdas, del que salieron contagiadas la mujer del Presidente, la madre del Presidente, una vicepresidenta, varias ministras socialistas y la mujer de Pablo Iglesias (ministra chavista del “Ministerio de Igualdad”)

Si a la anterior tropelía le sumamos la vergonzosa y tardía compra de material sanitario se entienden las cifras de enfermeros, médicos, policías y ancianos de Residencias que han sido contagiados y han fallecido por la enfermedad.

España tiene el ruborizante podio de ser el país del mundo con más muertos por cada millón de habitantes y el mayor número de personal sanitario infectado por la desidia y la incapacidad de un gobierno social-bolivariano que ha sido incapaz de proteger a sus funcionarios con la oportuna equipación, la negligencia y el desacato a las indicaciones y advertencias que se le dieron y a las bochornosas e indecorosas compras de material defectuoso a empresas chinas no autorizadas y sin licencia y la sospechosa intermediación de agentes españoles que no quieren identificar. (…Pero son tan tontos que no quieren saber que todos estos temas se están judicializando y se terminarán sabiendo)

En fin, queridos compatriotas, algunos dirigentes y periodistas de derechas han elogiado las rápidas y oportunas medidas del gobierno colombiano, y al final de esta pesadilla todos comprobaremos quienes ganaron la batalla al virus con una gestión adecuada e inteligente.

Mientras tanto, en España estamos condenados a un gobierno cada vez más bolivariano, que no sabe reconocer ninguna responsabilidad y despliega toda su batería mediática y de propaganda para casi convencernos de que si no fuera por ellos, todos podríamos estar muertos.

Como son antropológicamente totalitarios, indignos y despreciables no esperan otra cosa de la Oposición política y los ciudadanos españoles a que cantemos, sumisos y resignados, el estribillo de Ombretta Colli, “facciamo finta che tutto va be” (Finjamos que todo va bien)

Luis León.

(…desde algún rincón de Madrid)