Las cifras presentadas por la firma Raddar sobre la evolución del gasto de los hogares son impresionantes. En el 2019, el gasto de los hogares fue de 727 billones de pesos con un crecimiento real del 6 por ciento.
Solo en diciembre, los colombianos consumieron 24 billones. Se vendieron el año pasado 612 mil motos (+10,6%), mientras los electrodomésticos de línea blanca crecieron 17,7% y los demás electrodomésticos lo hicieron a un ritmo del 16 por ciento. El gasto en celulares aumentó en un sorprendente 23,5%.
Todo esto se refleja en el crecimiento de la cartera de consumo que creció un 12 por ciento, cuatro veces el ritmo de expansión del producto. El crédito a los hogares supera los 211 billones de pesos. Si miramos las cifras del otro componente de la demanda agregada, la inversión, las cifras son positivas.
La formación bruta de capital fijo al tercer trimestre del 2019 aumentaba al 5,5 por ciento. La inversión extranjera creció 19 por ciento a 10.366 millones de dólares. Hasta el consumo final del sector público en el tercer trimestre del 2019, aumentó positivamente a 3,5 por ciento anual.
La economía está en un ciclo de expansión y eso es positivo. Sobretodo porque las perspectivas de la economía mundial no son tan alentadoras. Hay un sentimiento de confianza creciente que se refleja en la solidez del consumo.
En el extranjero miran con ojos positivos el desempeño de un país que hace dos años crecía a un lamentable 1,4 por ciento anual. Vamos sin duda mucho mejor, así la oposición y las protestas, cada vez más famélicas, no quieran reconocerlo.
Pero la buena política económica consiste en mirar el futuro. No todo es bueno.
El exceso de gasto se refleja en una preocupante situación de la cuenta corriente de la balanza de pagos. Entre enero y noviembre de 2019, el déficit de la balanza comercial ascendía a 10.284 millones de dólares.
Solo durante el gobierno de Juan Manuel Santos, en el 2015 (-15.581 millones de dólares) y en el 2016 (-11.081 millones de dólares) tuvimos peores registros.
La presión sobre la tasa de cambio ha sido contenida por el impresionante nivel de las remesas que ascendieron a 8,248 millones de dólares, algo así como 26 billones de pesos.
Con un sólido nivel de demanda, el tema inflacionario pasa a un primer plano. El año pasado la inflación estuvo por encima de la meta del Banco de la República. Fue un acierto de la Junta no subir las tasas de interés para no frenar la recuperación. Pero el Banco tiene que proteger la credibilidad de la política monetaria.
Si, por alguna razón, la evolución de los precios no cede, podría tomar la decisión de iniciar una estrategia de contracción.
El nivel de deuda y las importaciones son las variables que pueden frenar este positivo ciclo de gasto que experimentamos.
Coletilla: ¡se robaron 69.585 mil celulares durante los primeros 22 días del año! Son 132 por hora. ¡Es el ritmo normal! La mafia detrás de este colosal negocio debe ser muy poderosa porque no pasa nada.
**Miguel Gómez Martínez
Asesor económico y empresarial
Portafolio, enero 28 de 2020