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¿Por qué nos cuesta pensar que nosotros mismos somos parte tanto del problema como de la solución, como en el cuidado del medio ambiente?
En muchas ocasiones consideramos que la solución a los problemas globales no tiene que ver con nosotros y, por el contrario, su solución depende de decisiones de grandes entidades –ya sean los Estados o grandes conglomerados– y no tienen nada que ver con nosotros, a pesar de que sentimos que realmente nos preocupan y que deseamos un cambio.
El mejor ejemplo es el cuidado del medio ambiente. Nos aterramos cuando en las noticias vemos que una gigantesca isla de plástico navega por el océano Pacífico, o cuando los científicos alertan porque una nueva especie animal está en vía de extinción.
Sin duda, ambas noticias son aterradoras, pero nos cuesta pensar que nosotros mismos somos parte tanto del problema como de la solución, y con indignación nos alejamos de esa coyuntura esperando que los grandes tomadores de decisiones se encarguen de encontrar e implementar una solución.
Debemos entender e inculcar en los demás que, aunque nuestras acciones individuales no sean suficiente para solucionar estos problemas, la suma de ellas sí favorecerá el cambio. Es decir, nuestros comportamientos sí tienen una afectación –ya sea positiva o negativa– en el desarrollo de estas problemáticas generales.
Es por eso que desde Procultivos ANDI estamos trabajando para involucrar de manera directa a los productores del campo en el cuidado real del medio ambiente. A través de nuestros programas (Mentes Fértiles y CuidAgro) buscamos que los agricultores comprendan que es su deber cuidar el medio ambiente a la hora de aplicar productos para la protección y nutrición de los cultivos.
Nuestra meta es que ellos mismos se preocupen por la protección del medio ambiente, por lo que desarrollamos en llave una matriz de indicadores que les permite medir de manera sencilla el impacto de sus acciones en el suelo, el aire y las fuentes de agua.
En Procultivos ANDI estamos convencidos de que cada esfuerzo suma, por lo que no solo involucramos a los productores del campo, sino que además ampliamos esa invitación para que cualquier persona mida el impacto de sus acciones en el medio ambiente. Así como todos somos parte del problema, también lo somos de la solución.