Los bovinos, en especial las madres tienen el mismo comportamiento cuando se les separa de su cría, este caso se presenta en las producciones ganaderas que destetan después de las 24 horas de paridas, como se menciona en la columna (Lea: Mientras más pronto mejor)
Cuando madre e hijo están acostumbrados a estar juntos y son separados, los dos individuos comienzan a caminar y a bramar buscando y llamando a su madre o cría. Esta actividad aumenta el gasto de energía y disminuye el consumo de alimento, además de aumentar los riesgos de accidentes cuando buscan salir de las zonas delimitadas para su estadía.
Existen manejos que disminuyen el estrés del destete y por lo tanto logran que la caída en la producción sea menor. Es común ver el uso de narigueras plásticas con puntas para evitar que las terneras se mamen entre ellas y afecten la salud de la ubre de las futuras productoras de leche; algunas veces he visto que también las utilizan para el destete y resulta ser una muy buena práctica de manejo.
Aunque la mayoría de las prácticas de manejo que se llevan a cabo en las producciones ganaderas parecen ser de sentido común, la tranquilidad que producen las investigaciones que realizan diferentes mediciones afirman la positividad de las prácticas, y en algunos casos demuestran que no son tan ciertas como creemos.
Un estudio realizado con un grupo control de destete separando madre y cría de forma drástica y sin posibilidad de ningún tipo de contacto, versus un grupo de estudio en el que la separación consistió en una cerca de varios hilos para impedir el contacto físico directo y sobre todo el amamantamiento, permitiéndoles verse, escuchare y olerse, mostró un resultado importante.
Los individuos que estaban en pasturas conjuntas pasaron menos tiempo caminando y mugiendo que los individuos alejados; los individuos del grupo de estudio pasaron los momentos de rumia de los primeros días echados uno al lado del otro con la cerca de por medio, con los días se fueron alejando hasta dejar de encontrarse. Al no estar extrañando o buscando a su cría la condición corporal no varió como en el caso del grupo control y las crías aumentaron peso en el proceso de destete.
¿Está pensando en las implicaciones que tendría organizar rotaciones para realizar este tipo de destete? Recuerde que no todo tiene que ser exacto, lo importante es entender el comportamiento y adaptarse a las posibilidades de cada uno. El uso de narigueras para el destete es una buena opción en caso de que el manejo de rotación no le permita tenerlos en potreros conjuntos y asegurar que no se mezclan. Con la nariguera se van destetando y acostumbrando al alimento, posteriormente vendrá la separación y causará menos afectaciones a la producción porque al no tener el vinculo del amamantamiento se termina en gran medida el vinculo emocional.
Una última recomendación por algunos casos observados: recuerde que los animales crecen y si las narigueras no son del tamaño adecuado o quedan muy justas y no se dilatan al ritmo del desarrollo del individuo pueden causar heridas en la mucosa nasal y serias infecciones.
Algunas situaciones es mejor cortarlas de raíz y otras es mejor hacerlas por etapas, sus vacas y sus crías le agradecerán que el proceso de destete no sea drástico.
Mariana Navarro Sanint, Médico Veterinario Zootecnista
Asistencia Técnica en Producción y Bienestar Animal