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El mercado de futuros lechero

Por Oscar Cubillos Pedraza - 28 de Noviembre 2018

El mercado de futuros en Colombia de bienes agropecuarios es prácticamente inexistente. Si bien se han tenido intentos para que este se estructure, el gran componente de informalidad y la falta de cultura en negociaciones anticipadas, dentro de la mayoría de cadenas de valor, no lo han hecho atrayente o necesario.

En el caso de mercados lácteos existen ejemplos mundiales bien importantes para que ganaderos vendan anticipadamente su producción, accediendo a mejor información en materia de precios en el corto y mediano plazo.   Por ejemplo Global Dairy Trade hoy mantiene un precio de USD 2.599 por tonelada de leche en polvo entera, pero registra negociaciones para el mes de mayo de 2019 sobre los USD 2.745. Tampoco se puede desconocer el papel que desarrolla la Bolsa de Chicago en el mismo sentido, comercializando leche líquida hoy con un precio de USD 319 por tonelada, pero con negociación de futuros hasta el mes de febrero de 2020 por USD 354 para igual volumen.   Ahora bien. Es preciso tener en cuenta que para que dichos esquemas funcionen deben existir sistemas de información que involucren a productores, industriales y comercializadores, que les permitan mejorar su toma de decisiones al disminuir su nivel de incertidumbre. Sería entonces esa una primera gran tarea para que pueda realmente ser operativo en nuestro mercado interno: información útil, confiable y oportuna.   Sin embargo, no solo la información debe concentrase en lo propio a oferta y demanda, sino también en lo relacionado con variables climáticas, aspectos normativos y sanitarios, y el conocimiento de los demás mercados competidores, entre otras. Allí gremios y Bolsa Mercantil podrían aportar su experiencia, sin desconocer que alrededor del mercado de futuros debe existir gran variedad institucional.   El mercado de leche en Colombia típicamente ha funcionado con precios spot, es decir regido por las cotizaciones vigentes en el momento de la compra/venta, y con periodos de entrega inmediatos. Dicho funcionamiento muchas veces no permite vislumbrar las problemáticas de su estacionalidad pues con mucha leche los precios bajan y con poca suben; con el adicional de hoy tener una variable anexa que genera distorsión: la de importación de productos lácteos vía TLCS.   De lograrse un mercado de futuros estructurado, sin duda, la planeación en la producción sería más eficaz y se mitigarían en cierto grado las problemáticas de la estacionalidad. Por ejemplo, se establecerían mejores alternativas para sobrellevar el fenómeno de El Niño que se aproxima y que no será el último.