Me topé, porque no me topó ni me tapo con la misma cobije, con un elefante y le pregunté por qué no había elefanta como existe una vicepresidenta, y me responde (respondió, en pasado sino que me compliqué porque termina en o) que igual que nosotres les humanes y menos les colombianes no tenemos presidento. Y descubrí que el elefante, que no tiene que ver con Samper, era ignorante (nada ignoranto ni menos ignoranta) o por lo menos no se acaba de enterar como Santos con los falses positives, que nosotros si tenemos ahora al presidento Benedetti. Y le conté que, así como a Samper se le metió un elefante a sus espaldas (aunque según Gilberto post mortem fue en sus narices) a Petro se le metió un camaleón que terminó presidento.
Porque nosotros hemos tenido presidentes que por no ser inclusivos y por estar desactualizados no dejamos por ejemplo que Gaviria se llamara presidenta o que Uribe ejerciera como presidento, porque si hablaba como todo un macho alfa cuando decía “le rompo la cara marica”. Hemos tenido presidentazos como Barco y presidenticos como Duque. Un presi como Pastrana y un presidentacho como Turbay. Un presidentucho como Valencia y presidentocho como Samper, un presidentuno como Belisario y hasta presidentazgo con Lleras. Tenemos presidenciables que nunca llegan como Gómez Hurtado y Vargas Lleras. El uno porque lo que es heredado no es hurtado y el otro porque se cree más Lleras que Vargas y por eso intenta la política a cocotazos. Aunque Fajardo ya casi se mete también en esa lista ad eternum.
Pero nos desviamos porque lo que le contaba al elefante era que habemus presidento. Que Benedetti es el que manda y que manda tanto que manda a Laura pa la mierda y puede mandar a Petro a la cárcel. Y que manda en House of Nar como todo un varón porque tiene huevos, aunque en la costa dirían que manda huevo, y es capaz de organizarle a Petro el golpe que se requiera, el golpe blando, el golpe duro, el de golpe y porrazo. El golpe con golpe yo pago, el contragolpe de Daniel Santos, el de jab de izquierda, el de derecha o el nocaut definitivo. Es capaz de mentir descaradamente a la prensa y los periodistas terminan apabullados y casi tirados en la lona. Es todo un varón con su esposa y su suegra hasta el punto de que ellas terminan por absolverlo de toda culpa por temor a sus alcances. Porque Benedetti es un hombre de armas tomar, blancas o negras, blandas o duras, persuasivas o intimidantes. Y va con toda y como mamerto reencauchado con todas las formas de lucha, jurídica, política, cuerpo a cuerpo o mediática, o telefónica si logra el efecto de arrinconar al presidente y de hacerse cumplir porque por él fue que se eligió Petro. Punto.
El hecho es que después de que el presidente aceptara que Benedetti ya le ganó la partida fue capaz de defenderlo hasta de sus propios camaradas. De los que hasta hace unos días se hacían matar por él. Y como si se la hubiera fumado verde por andar en malas compañías de tóxicos e intoxicados, terminó por compararlo con el líder y fundador del M19, Jaime Bateman, e invocando a Álvaro Fayad, el principal ideólogo de esa organización guerrillera, para justificar segundas oportunidades. Tamaño sacrilegio dirán los Cuestas y los Jimenos que conocieron el ideario y la mística de “El Flaco”, o de Pablo, como era su nombre de combate, para que a estas alturas Aureliano en la mayor muestra de macondianismo gubernamental lo asemeje a su presidento.
Y Pobre de Augusto Rodríguez, que se atrevió a poner el dedo en la llaga en vivo y en directo. Ahora que se tenga porque le va a salir muy caro y casi que por obligación los demócratas tendrán que salir a defenderlo de lo que se le viene. Petro contra las cuerdas sacrificará alfil por caballo, ojo no lo que llaman los españoles caballo, y Augusto en el mejor de los casos terminará de embajador en Rumania, sino preso por cuenta del presidento. Meterse con Jaime Bateman de la forma que lo hizo Petro para Augusto significa que Petro no conoció a Bateman y que no conoce a Benedetti, pero ponerlo sobre el tapete puede ser algo como jugar al ahorcado.
Y para completar este escenario, el presidento, para no dejarse joder, va a tener que aplicárselas todas a la vicepresidenta Francia Márquez que osó también meterse con el nuevo mejor ídolo de Petro y cuestionó la designación de la coya como Canciller y la denunció por irrespetuosa. Y como la cucha Francia tiene razón pues se metió en camisa de once varas. Ahora terminará sometida al polígrafo como la otra cucha niñera y ya no va montar en helicótero sino que la llevaran en avión privado pa Caracas. En todo caso la cucha tiene razón en que nada de lo que pasa se parece a vivir sabroso o quizás que el único que puede vivir sabroso es el presidento. Ya una ministra le dejo la silla vacía y ese puede ser el comienzo del fin de la era mamerta.
Y como la cucha tiene razón pues se le rebosó la copa. Ella sabe que Benedetti sabe demasiado y que sabe por qué el presidente puede ir preso. Y ella lo dijo claramente en el reality de ministros, que no le ha gustado para nada que el presidente compre el silencio del ahora presidento. Y la cosa se va poner como para alquilar balcón porque Francia que puede terminar presidenta si el presidente se pasa de copas y otras cosas o se va para alguna parte que decida Benedetti. Y ahí si pues el presidento se va a ver en calzas prietas, de apretadas no de color prieto.
Y para que la cosa no se le ponga negra va a tener que inventarse como volver a la cucha su aliada. Aunque para Benedetti no hay nada que no pueda hacer y si le toca se manda a hacer el afro y redescubre sus ancestros raizales y endiosa a la cucha y le pone tareas que ya no cumple Verónica como ir a bailar por el mundo y hasta le encima un masajista privado de color, pa que sienta que vive sabroso y un peluquero para que le arregle sus rizos, además de un modisto francés para que le organice sus atuendos. No va y sea que le renuncie y se lance como presidenta y ahí sí se le acaba la guachafita al nuevo presidento.