Thomas Jefferson uno de los padres fundadores de Estados Unidos dijo "Cuando los gobiernos temen a la gente, hay libertad. Cuando la gente teme al gobierno, hay tiranía” una frase que 2 siglos después, se aplica de manera correcta a la realidad colombiana. El presidente Santos al inicio de las conversaciones con la guerrilla de las Farc siempre fue enfático en señalar que los colombianos tendríamos la última palabra frente al resultado de la negociación. El 2 de octubre, la ciudadanía de manera mayoritaria y soberana rechazo los acuerdos de La Habana, un hecho que le abrió las puertas a un nuevo acuerdo que representara a todos los sectores civiles, políticos y religiosos de Colombia, algo que lamentablemente no ocurrió. Todo lo contrario, de manera desafiante el Gobierno Nacional y las Farc decidieron seguir adelante con su acuerdo e imponerlo a la fuerza olvidando los resultados democráticos del plebiscito. Ante estos golpes a la democracia más estable del continente, la esperanza de los ciudadanos estaba depositada en la Corte Constitucional, pero la otrora defensora de la Constitución Política decepcionó con su decisión a través de un comunicado de prensa, que le dio vida a un acto legislativo que los colombianos habíamos rechazado democráticamente en la urnas. Con esto la Corte permitió una ruptura institucional, dándole facultades extraordinarias al presidente de la Republica, para que por medio de decretos con fuerza de ley reforme la constitución, convirtiendo al poder legislativo en un simple notario y de esta forma violentando la rigidez constitucional de nuestro país. Como consecuencia, esta semana se estreno el famoso Fast Track, en medio de la discusión de la ley de amnistía exigida por la guerrilla para su movilización a las zonas veredales de concentración, lo preocupante de esto, es que lo que se vio en el Congreso de la Republica, fue un golpe institucional, donde se vio un congreso arrodillado ante el Gobierno y las Farc, debido a que se coopto la iniciativa legislativa que tiene los congresistas, ya que toda propuesta tenía que contar con el visto bueno del ministro Cristo y los voceros de la guerrilla. Lo delicado de esto, es que con la excusa de “la paz”, se esté sustituyendo a la Constitución y se pretenda que los comunicados de prensa expedidos por las altas cortes, prevalezcan y pasen por encima de las decisiones soberanas y democráticas del constituyente primario. Ante esto, uno esperaría que el presidente Santos actuara con grandeza, trabajara por unir a los colombianos y de la misma forma defender la constitución en vez de imponer unos acuerdos que lo único que hacen es alimentar su vanidad personal. Mientras tanto: Por qué el senador Benedetti conocía la decisión del Consejo de Estado 8 días antes de que este alto tribunal la hiciera pública?
El gran conejo
Por Camilo Rubiano - 21 de Diciembre 2016
Thomas Jefferson uno de los padres fundadores de Estados Unidos dijo "Cuando los gobiernos temen a la gente, hay libertad. Cuando la gente teme al gobierno, hay tiranía” una frase que 2 siglos después, se aplica de manera correcta a la realidad colombiana.