El presidente Duque inicia su gobierno en un momento crítico para el futuro del sector ganadero; va a dirigir los destinos del país durante la ventana de tiempo que aún nos queda, antes de la desgravación total pactada en los TLC con Estados Unidos y la Unión Europea. En el caso del acuerdo con Nueva Zelandia y Australia, estamos seguros que cumplirá su palabra de no firmar nuevos tratados, con lo cual nos libraremos de enfrentarnos con estas potencias, desprovistos de herramientas para competir. En estos cuatro años es imperativo trabajar juiciosa y articuladamente, para comenzar a mejorar la competitividad y sostenibilidad de la ganadería. Necesitamos construir una visión de mediano y largo plazo, que nos permita integrar las labores de FEDEGÁN como líder gremial; Minagricultura en su calidad de responsable de la política; SENA, en el marco de su rol de formación para el trabajo; Agrosavia y la academia, para que al fin la investigación contribuya a resolver los problemas de los ganaderos; las CAR, como autoridades ambientales; el ICA, responsable del estatus del país y de la admisibilidad sanitaria en otros mercados. Ojalá pudiéramos contar también con la industria, superando la desconfianza que ha primado en la relación con los productores. Sin descuidar otros frentes, el eje del cambio debe estar en la Ciencia, Tecnología e Innovación, mediante procesos de Gestión del Conocimiento. La estrategia requiere integralidad también en el territorio, incluyendo acciones a nivel de finca, de paisaje o ecosistema ganadero, de organización de pequeños productores y de cadena o cluster regional. El programa a desarrollar debe tener acciones claras en cada nivel, con metas concretas para cada uno de los cuatro primeros años y contar con recursos asegurados para su operación, incluyendo los del Fondo Nacional del Ganado, porque dentro de sus objetivos se incluyen estos temas. FEDEGÁN cuenta con el acervo de conocimiento, la experiencia y la credibilidad necesarios para llevar a cabo todo el proceso, porque aún después de la liquidación del FNG, el equipo técnico de la Federación continuó mejorando y agregándole valor a las herramientas de innovación diseñadas hasta 2015, al punto que hoy son referente internacional. Sabemos que el ministro Andrés Valencia entiende la importancia de asignar recursos, en cuantía proporcional al peso que hoy tiene la ganadería en el PIB agropecuario. La producción de carne y leche requiere un apoyo por lo menos similar, al que hasta ahora le han dado la mayoría de los gobiernos al sector cafetero, no sólo por lo que representa la economía ganadera, sino por nuestro potencial para abastecer la demanda interna y para generar divisas. No dudamos que presidente electo y el nuevo minagricultura tienen claro el momento en el que nos encontramos y sabrán promover la generación de bienes públicos que permitan que pequeños, medianos y grandes productores, sin sesgos ideológicos negativos, se comprometan con el futuro de la ganadería, contribuyendo además al bienestar de los habitantes del sector rural y del país en general. Carlos Osorio M.V. carlos.osorio.neira@gmail.com