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Y es que para esta época, en la que ya se empiezan a hacer los balances anuales de los sectores económicos, los resultados han sido positivos a pesar de los grandes impactos que está dejando en las actividades agropecuarias el Fenómeno de El Niño, y por supuesto, notablemente en la ganadería.
En efecto, la Gerencia Técnica de Fedegán informa que el número de animales que han muerto por el intenso verano se eleva 31 mil cabezas, a noviembre 10, y que ha sido necesario desplazar a zonas que ofrezcan alguna mejor condición de agua y comida, a más de 664 mil bovinos. En esta oportunidad se han afectado más 48 mil predios, que ocupan de 2.4 millones de hectáreas.
Los departamentos más afectados han sido Sucre, Magdalena y Cesar. No sobra recordar que en durante los últimos 6 años, los fenómenos climáticos (Niño y Niña) han generado pérdidas al sector ganadero que bordean los $5 billones. Cifra que no es fácil recuperar y que han dado al traste con el crecimiento del hato colombiano.
También va siendo mella, la desigualdad en los términos de intercambio de los Tratados de Libre Comercio firmados. Impacto que fue anunciado oportunamente por Fedegán, quien demandó implantar políticas que permitieran al ganadero ubicarse mejor competitivamente.
Hoy, pese a ese panorama, el sector pecuario bovino empieza nuevamente a colocar su carne en el exterior, y precisamente en países en donde las exigencias son razonables. Esto, acompañado de inversión extranjera, que es otra de las demandas del Gremio cúpula de la ganadería colombiana.
En leche, las cosas francamente no van bien. Después del desbarajuste de precios que produjo la industria con inoportunas importaciones, hoy no hay suficiente leche. Al finalizar el tercer trimestre del año las cifras indican que la variación anual (-3.74) motivada por la caída alta de la producción de la región Caribe (Cesar, La Guajira, Magdalena, Sucre) afectados por el fenómeno de El Niño, de la misma manera Cundinamarca y Boyacá con caídas moderadas.
En fin, es un balance con tintes, pero con presagio de grandes nubarrones por la continuidad del Fenómeno de El Niño bien adentrado 2016, pero impregnado de la buena disposición de los ganaderos por salir adelante.