Acerca de la gran controversia que ha generado el informe sobre situación mundial del hambre elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – FAO, en donde se indica que Colombia es uno de los países en riesgo de sufrir inseguridad alimentaria en los próximos meses.

De acuerdo con el informe, además de Colombia, en condición similar se encuentran entre una veintena de países Etiopía, Nigeria, Sudán del Sur, Yemen, Haití y Honduras. Además, entre las variables que el informe analiza aparecen la violencia, el conflicto armado, las crisis económicas prolongadas, la migración y el cambio climático como elementos principales que impulsan los niveles de inseguridad alimentaria en el mundo.

¿Pero por qué ha generado controversia? Llama la atención que en dicho informe no aparezcan países, al menos del continente americano como Cuba o Venezuela, en donde el salario mínimo mensual no supera los US$80 para el primero y US$3 para el segundo, y a pesar de ser economías, en teoría, con gran dependencia del Estado para cubrir necesidades básicas, estos no logran satisfacerlas ni en el componente vital.

Tampoco se puede desconocer que este par de países ejercen fuertes presiones sobre las condiciones de vida de sus habitantes que terminan expresándose en las altas tasas de migración que reposan sobre ellos. Al contrario, Colombia es uno de los países latinoamericanos que más recibe en tránsito migrantes desde Haití, Cuba, el Caribe y África, y es el que más recibe migrantes, aunque el término podría ser desplazados, como destino final desde Venezuela.

Mientras que en el vecino país las condiciones internas hacen que se expulsen ciudadanos en busca de un mejor vivir, empezando por acceder a oferta alimentaria, es Colombia quien ha tenido la presión para resolverlo.

Sin embargo, Colombia terminará 2021 con un crecimiento económico superior al 9%, de los más altos de la región, y con una inflación controlada inferior a 6%, a pesar del alza en el precio de los alimentos que resulta ser un fenómeno mundial en épocas de recuperación económica.

El informe, sesgada, o malintencionadamente, pretende dar a entender que el país no tiene capacidad de oferta y centra su análisis en las deficiencias de la demanda, desconociendo los programas fiscales implementados para que las familias de menos ingresos puedan mitigar las dificultades de acceso a la canasta básica.

Ahora, mientras voy escribiendo este texto, me encuentro con que la FAO reconoce que fue un error incluir a Colombia en tal informe. ¿En serio? Después de generar un daño político y reputacional que todo el país percibió salen a decir que no fue su intención.

Es evidente que hubo una intención de dejar al Gobierno Nacional mal posicionado, sin importar que la FAO en 2021 recibiera poco más de 31 mil millones de pesos en contratos, al menos desde la parte agropecuaria ¿será que están presionando por más contratos para 2022?

Se necesitan más instituciones internacionales que hagan, y no solo que critiquen o que le hagan campaña electoral a sus candidatos de preferencia.

@ojcubillosp