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Foto: las2orillas.co

El asesinato de Fernando Villavicencio en Ecuador es parte de lo mismo

Por Carlos Alonso Lucio - 14 de Agosto 2023

Vivimos la peligrosa disputa por el poder político entre las organizaciones criminales y las democracias

En esto, los colombianos no debemos equivocarnos: los asesinos del candidato presidencial ecuatoriano son los mismos que aquí asesinan, secuestran y vandalizan todos los días y que crecen su control territorial, cada vez, en más extensas regiones del país.

Estamos asistiendo al momento más peligroso de la historia de América Latina: se trata de la muy particular disputa por el poder político entre las organizaciones criminales y la democracia.

Para comprenderlo, basta mirar el impacto gigantesco que ejercen las organizaciones criminales sobre la política, o mejor, sobre la corrupción política, en México, Guatemala, Salvador, Honduras, Haití, República Dominicana, Nicaragua, Bolivia, Perú, Brasil, Argentina, Uruguay, Ecuador y Colombia. De Venezuela, ni qué hablar, allí las organizaciones criminales no ejercen influencia, sino que gobiernan directamente.

Venezuela es el primer Estado de América Latina tomado absolutamente por una federación de mafias dedicadas a distintas economías ilegales. Economías ilegales que van desde el narcotráfico hasta el saqueo de los recursos naturales del país.

Sí, repitamos para que quede claro.

Vivimos la peligrosa disputa por el poder político entre las organizaciones criminales y las democracias

. Lo mismo que decir que las organizaciones criminales están dando el zarpazo más estratégico y peligroso sobre el poder político.

Por eso, se equivocan, de alguna manera, quienes siguen creyendo que el conflicto que vivimos se da entre capitalistas y comunistas, entre izquierdas y derechas. No. Aquí la contradicción es entre los criminales que manejan las economías ilegales y los ciudadanos que debemos luchar por conservar la libertad y la democracia y el empresariado de mercado.

        -¿La libertad?

Sí. Exactamente la libertad. Porque está demostrado que allí donde manda el crimen, lo primero que pierde la gente es la libertad. Allí donde los criminales ejercen el control territorial, las personas padecen la tiranía de los criminales.

Todas las organizaciones criminales ejercen sus controles territoriales a punta de fusil, perrero y corrupción.

        - ¿O bajo qué régimen creen ustedes que están viviendo las comunidades de Buenaventura y del Pacífico nariñense y caucano, y de Cauca y de Arauca y del Bajo Cauca y de Caquetá, Putumayo y Meta, y otra vez de Córdoba y Sucre, y otra vez de Usme y Soacha, y de Jamundí y de Tuluá y de las plazas de mercado de Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Cartagena? Y de la región de Catatumbo y, en general de todo Norte de Santander. Y otra vez de Valledupar, que está cercada de nuevo por el crimen que la asedia desde la Sierra, desde Curumaní y desde la zona del sur de Bolívar. Y otra vez desde aquí y desde más allá el control territorial crece y crece.

Y lo peor de todo. Crece y crece con la complicidad total de la Paz Total. Es decir, del presidente de la República.

Por eso he venido planteando, con todas las letras, que Colombia no aguanta tres años más del gobierno de Gustavo Petro. Porque la democracia colombiana no aguanta tres años más de la estrategia de milicianización de Petro. La democracia colombiana no aguanta tres años más de un presidente que llegó a decapitar y paralizar a las FFAA constitucionales, permitiendo con ello la más descomunal explosión de inseguridad y milicianización que el país haya padecido.

Gustavo Petro ha violado la Constitución y las leyes y por eso debe ser juzgado. Es lo que ordenan la Constitución y las leyes.


Para exigir justicia, que hoy es lo mismo que exigir el Juicio Político a Gustavo Petro, es que marcharé el próximo miércoles 16 de agosto a la Plaza de Bolívar


Si los colombianos no somos capaces de movilizarnos para derrotar la corrupción que reina en el Congreso de la República y no somos capaces de obligar políticamente a que los congresistas cumplan con su obligación constitucional de juzgar a Gustavo Petro, entonces perderemos la democracia y perderemos el país.

Por eso, para exigir justicia, que hoy es lo mismo que exigir el Juicio Político a Gustavo Petro, es que marcharé el próximo miércoles 16 de agosto a la Plaza de Bolívar.

Por favor, ciudadanas y ciudadanos cívicos, marchemos este miércoles 16 de agosto a la Plaza de Bolívar para exigirles a los congresistas que no se vendan, una vez más, y que cumplan con su deber del Juicio Político a Gustavo Petro.