Ricardo Arenas

El A, B, C de las propuestas de solución a la crisis lechera, paso a paso

Por Ricardo Arenas Ovalle - 16 de Julio 2024


Se nos acabó el tiempo para quejarnos, para señalar culpables, para buscar en el pasado a los responsables y solo nos queda actuar unidos y superar esta crisis para tener un futuro viable y una cadena láctea fortalecida.

Hagamos unas cuentas de servilleta para que todos entendamos fácilmente porqué decimos que esta crisis es la más grave de los últimos 35 años. Este año produciremos alrededor de 7.200 millones de litros. Iniciamos el año con unos altísimos inventarios por las razones que ya hemos descrito en otras columnas, de alrededor de 220 millones de litros, que equivalen a unos 12 días de la totalidad de la producción nacional y en el 2023 se importaron lo equivalente a algo más de 250 millones de litros.

Y la cereza del pastel: Los colombianos por diferentes causas económicas y de mercado, estaremos consumiéndonos en el mejor de los casos 7.000 millones de litros este año.

Así las cosas y las cuentas, no tenemos otra alternativa sino actuar, pues hay mucho por hacer y no tenemos ya tiempo para esperar soluciones caídas del cielo, ni para salvaguardar el sustento de cerca de 370.000 familias ganaderas, muchas de los cuales son pequeños productores campesinos que están en altísimo riesgo de supervivencia para ellos y sus familias.

Este es el A, B, C que me atrevo una vez mas a presentar a los lectores y de ser posible a las autoridades y los tomadores de decisión de nuestro sector ganadero.

Muchas de estas medidas propuestas han sido presentadas una y otra vez desde FEDEGAN en todos los escenarios posibles, en cartas al ministerio, en el consejo nacional lácteo, en la comisión IV del Senado de la República y en general, en cuanto escenario tenemos oportunidad de defender el sector y a nuestros ganaderos.

A- Medidas de choque

De tomar ya, pues de no hacerlo no habrá tiempo para las demás que quizá son más importantes, pero menos urgentes.

1- Compra de inventarios: Destinar recursos del presupuesto nacional para compra de leche y quesos con destino población vulnerable, ejército, policía, ICBF, PAE, población carcelaria etc. Para que esta medida tenga impacto, la inversión de recursos frescos debe superar los 30.000 millones de pesos

2- Dietas ICBF y PAE. Definir por decreto, más allá de una simple directriz, el suministro de proteína láctea en dietas ICBF y PAE, atendiendo recomendaciones nutricionales FAO. Los presupuestos ordinarios de estas entidades deben cubrir esta medida.

3- Compra de excedentes de leche a productores. Realizar alianzas público-privadas para la compra y pulverización de excedentes de leche que hoy la industria formal se rehúsa a comprar, destinando recursos públicos para permitir estas alianzas, su desarrollo y financiación. Para que esta medida tenga impacto su inversión debe superar los 40.000 millones de pesos.

B- Medidas de corto plazo

De tomar lo antes posible pues su operatividad y resultados pueden tardar un poco en mostrarse y junto con las de mediano plazo siembran las bases sólidas de la permanencia del sector.

4- Fondo tripartito (FNG-Industria-Gobierno) para impulsar programas permanentes de compras públicas en Bolsa Mercantil y compensaciones para exportación de Leche en Polvo colombiana, ampliando su cobertura actual que proviene exclusivamente de recursos de la parafiscalidad ganadera en el fondo nacional del ganado y que con los 4.000 millones destinados para el mercado nacional en la Bolsa mercantil y los 3.600 millones de pesos asignados para compensaciones de exportación; han permitido evacuar un volumen importante de leche de los inventarios que acosan a la industria y que traen como consecuencia lógica la reducción de precios de compra al productor y la reducción en los volúmenes de compra.

La propuesta anual para este fondo cuyas herramientas ya están diseñadas, sería de 5.000 millones por parte de los ganaderos, reflejados en los recursos de su parafiscalidad, 5.000 millones aportados por la industria y 10.000 millones aportados desde el gobierno; y que se utilizarían en épocas criticas definiendo un tope máximo de saldos en el fondo.

5- Salvaguardias comercio exterior. De la mano del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo se deben buscar salvaguardias al comercio para protegernos del ingreso de leche en polvo y lactosueros desde Bolivia y USA usando las herramientas actuales en los tratados comerciales y así evitar ingreso de leches con subsidios de origen o la triangulación. No debemos insistir en la propuesta populista pero impracticable de renegociar los TLC y sobre todo; las autoridades sectoriales y el gobierno no deben comprometerse a algo así como sucedió en el pasado y que por obvias razones se incumplió generando desconfianza.

6- Promoción al consumo dentro del programa nacional de “mejor lo nuestro” y con el desarrollo de un sello 100% leche colombiana. Esta promoción debe impulsar decididamente el consumo de quesos y productos accesibles a estratos bajos. La estrategia de promoción incluye obviamente la reducción de precios al consumidor para que TODOS puedan consumir más lácteos. Aquí se deben enmarcar las campañas que hoy existen y las estrategias como los mercados campesinos y las rondas de negocios departamentales y municipales.

7- Calidad de productos lácteos. Incremento de controles del INVIMA a la calidad de los productos ofrecidos al consumidor y el diseño e implementación de un Sistema Nacional de Trazabilidad de Leche en Polvo y Lactosueros importados, que no ayudaría muchísimo en este proceso de control. Este sistema estaría operado por la Unidad de Seguimiento de Precios y el observatorio lácteo que supervisaría el Consejo Nacional Lácteo, donde tenemos representación todos los eslabones de la cadena y el gobierno nacional.

8- Estabilidad en el comercio. Establecimiento de contratos de proveeduría entre industria y productores ganaderos, para que unos y otros tengan claras las condiciones de negociación tanto en precios como en volúmenes de compra y venta. Aquí la empresa privada deberá diseñar sus propios contratos de proveeduría guardando las directrices que en este sentido emita el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, enmarcado en los decretos reglamentarios de la cadena. Estos contratos de “agricultura por contrato” han sido probados en múltiples países para regular las cadenas productivas del sector.

9- Reducción temporal de la producción de leche. Reducir la oferta de leche en cada finca en la medida de lo posible técnica y económicamente, por ejemplo, con estrategias de crianza con más leche, sacando terneros destetos más pesados y/o en menor tiempo o en algunos casos, secando vacas anticipadamente. Esta reducción temporal que podría ser de un 5% del volumen hoy producido ascendería a un esfuerzo adicional de los ganaderos de cerca de $1.750.000 que saldrían de su flujo de caja por reducción de las ventas mensualmente.

Aquí un llamado al gobierno nacional a que no desestimule la producción de carne ni la exportación de novillos en pie pues adicionalmente al daño causado directamente a ese subsector, también se afecta fuertemente de manera indirecta el subsector lácteo.

C- Medidas de mediano plazo

Estas medidas que, aunque deben empezar pronto en cuanto a su diseño, tardarán un tiempo en implementarse y más aún en lograr impactar positivamente el mercado y la cadena de manera más estructural.

10- Plantas regionales de procesamiento. Establecimiento de plantas regionales de pulverización, UHT y quesos en alianzas público-privadas. Realizando estudios serios de factibilidad financieros, técnicos y sobre todo de mercado. Aquí ya hay algunas iniciativas y estudios que deben simplemente actualizarse en varias regiones del país, como Caquetá y Boyacá, donde con alianzas público-privadas se logren desarrollar de la mano de los ganaderos productores de la región, la industria formal establecida, los comercializadores y consumidores institucionales; estas plantas. El montaje de estas plantas podría ser del orden de 500.000 millones de pesos de inversiones desde diferentes fuentes de financiamiento y con retornos de capital alrededor de 24 a 36 meses, más los grandes beneficios de estabilidad para la cadena.

11- Modernización y transferencia de tecnología en la producción primaria, Diseño y puesta en marcha de un sistema nacional de asistencia técnica con visión de mediano y largo plazo y no de la “vigencia presupuestal.” Adicionalmente debe ser obligatoria esta asistencia técnica en créditos de fomento agropecuario, que dicho sea de paso debe adaptarse a los ciclos productivos y a tasas de verdadero fomento.

Esta propuesta en cabeza de la Agencia de Desarrollo Rural – ADR, debe ejecutarse por intermedio de EPSEAS de gremios ganaderos de reconocida trayectoria y capacidad técnica y debería estar enmarcado dentro de una verdadera reforma rural integral que es claramente mucho más que la adjudicación de tierras.

12- Sostenibilidad ambiental de la ganadería. Impulso con presupuesto nacional a sistemas silvopastoriles que logran la sostenibilidad ambiental y permiten redireccionar el modelo productivo con reducción de costos. Lo anterior, con metas de hectáreas reconvertidas anualmente y bajo la supervisión conjunta de los Ministerios de Agricultura y Desarrollo Rural y el de Medio Ambiente, con el acompañamiento técnico de Entidades como FEDEGAN-FNG y su programa de Ganadería colombiana sostenible, CIPAV, el Instituto Humbolt y las Corporaciones Autónomas regionales – CAR, entre otros.

13- Visión de cadena y valor agregado. Desde la dirección de cadenas productivas del MADR y con recursos suficientes se debe dar impulso a alianzas productivas y proyectos de encadenamiento. En esta propuesta debe incluirse el apoyo a iniciativas de emprendimiento de producción artesanal y de pequeña escala diferenciados. Denominación de origen, productos ecológicos, verdes, de alta digestibilidad como la leche A2A2 etc.

14- Reducción de informalidad. Campaña de reducción de la informalidad en el mercado de leche y derivados con estímulo a los pequeños industriales y comerciantes informales, liderada en articulación de las autoridades como el DANE y el MADR con el acompañamiento de las cámaras de comercio del país.

Ricardo Arenas Ovalle: Médico Veterinario, Especialista en Finanzas y Negocios Internacionales, Especialista en Gerencia de empresas agropecuarias, Consultor agroindustrial. Experto en producción y calidad de leche.