El último reporte del Observatorio de Delitos contra el Sector Ganadero, producido por Fundagán con datos de fuentes oficiales y reportes de los Ganaderos, muestra que en el pasado quinquenio se han registrado 531 casos de hurto en los que se han robado 9.037 reses, cuyo valor se aproxima a los $15 mil 500 millones.
Por años, el 2014 fue el más catastrófico. Se presentaron 164 casos –el 31 % del total entre 2010 y 2015–, en los que fueron hurtados 3.798 animales, que equivalen al 41 % del total.
Por departamentos, Huila vive una tragedia de grandes proporciones. Allí se han registrado 174 casos del los 531, con hurto de 916 bovinos (más del 10 % del total de animales robados).
Si bien hay acciones positivas de la Policía y se ha logrado recuperar un número importante de reses (929 –también un poco más del 10 %), y son importantes los volúmenes aprehendidos en carne y leche, e incluso en animales en pie, las fronteras siguen siendo el corredor de “Pedro por su casa”, donde el contrabando es uno de los negocios más lucrativos. La frontera con Ecuador, por efecto del tipo de cambio, está succionando un importante número de animales. Es de tal magnitud el negocio que el precio del ganado en el Caquetá ha sobrepasado los 4.000 pesos el kilo de ganado en pie, que va para donde el señor Correa.
Lo grave de todo esto es que el modelo de economía rural integral impuesto por Timochenko en La Habana, tendrá la impronta oficial dentro de 6 meses. Los ensayos de aumentos de prediales y del Fondo de Tierras, encontrará más aportantes, toda vez que pende sobre los productores rurales la espada del castigo ambiental y de la productividad para decidir la suerte de muchos predios rurales. Iniciamos, como dice el presidente, una nueva era que promete sentar el populismo en Colombia con todas las secuelas devastadoras como las registradas en Venezuela. No se debe olvidar que luego de la fiesta viene el guayabo, y que bajo el nuevo marco no es claro el tema de producir, o mejor dicho ¡aquello de producir...nada!