Hoy no me referiré a los contenidos proteínicos y nutricionales de la leche, si no a las cifras del gasto de los colombianos en leche y productos lácteos durante 2020: el año de la pandemia. Para ir al foco, esta semana se reveló que sus ventas superaron los 26 billones de pesos. Es una buena noticia, sin embargo, hagamos cruce de cuentas.
Si en 2020 el gasto en lácteos fue mayor a 26 billones de pesos, y somos 50 millones de colombianos, el promedio de gasto por persona fue de 520 mil pesos anuales equivalente a 43.333 pesos mensuales por habitante.
Ojo a las cifras y análisis, porque 43 mil pesos mensuales pueden parecer mucho, pero no lo son. Me fui de compras con este dinero con el fin de adquirir los productos lácteos necesarios para un mes y me alcanzó para 6 litros de UHT, tomando 200 ml al día: ya la cuenta iba en 23 mil pesos. Además, me alcanzó para dos litros de yogurt que solo me rendirán 15 días del mes, y ahí llegué al cupo de 43 mil.
Me quedé entonces con las ganas de comprar queso, mantequillas, arequipes, incluso helados, pues 43 mil pesos no es una cifra monetaria alta, pero además los productos finales al consumidor no son baratos. De allí que en 2020 lo que más se haya vendido fuese leche líquida, pues ante la incertidumbre económica y el desempleo creciente, los productos de mayor valor agregado quedaron para después.
Pero además vale la pena tener en cuenta que esos 26 billones de pesos corresponden al canal formal de leche. Recordemos que de los 7.393 millones de litros de leche que produjo el sector ganadero en 2020 solo 3.348 millones de litros fueron acopiados por la industria. Al respecto, volvamos a hacer cuentas.
Los 3.348 millones de litros sumaron un valor de producción de 4,1 billones de pesos, es decir fue el ingreso recibido por los productores de leche: nuestros ganaderos. Entonces de lo que finalmente se les cobró a los consumidores por los productos finales lácteos, 26 billones de pesos, solo el 16% terminó en manos de nuestro sector primario, en nuestro campo.
En otras palabras, un litro de leche que en 2020 en promedio se le pagó al productor en $1.229 en el canal formal, terminó cobrándosele al consumidor en promedio en $7.681, por supuesto no solo como leche líquida sino en forma de queso, yogurt, y productos con mayor valor agregado.
Concluyó entonces diciendo, que a pesar del valor agregado que pueda dársele a un litro de leche, los derivados lácteos en Colombia no son baratos, y eso no facilita que estratos de ingreso bajo puedan consumir más. Allí hay 30 millones de colombianos.
Pero además de lo costosos que llegan al consumidor los productos, la pretensión de la industria es que el ganadero le baje el precio a su producto por debajo de esos $1.229 por litro, desmontando el sistema de pago actual, enmarcado en la Resolución 017 de 2012.
Lo que resulta pertinente ahora es evaluar en donde se generan esas ineficiencias que hacen que los productos lácteos al consumidor sean costosos: transformadores, transportadores, comercializadores; y tomar medidas que faciliten su competitividad de la cadena de valor.
@ojcubillosp