¿Renegociar TLC para bien o para mal? ¿Mas tiempo para hacer una tarea que no se hizo?
La semana pasada fui invitado a una tradicional universidad de Bogotá con representantes de otros gremios de la producción, en el caso de mi panel con diferentes sectores agropecuarios del país, a fin de mostrar posición frente al Tratado de Libre Comercio con EEUU y si éste debiera llegar a un estado de renegociación.
Pues bien, diferentes posturas se mostraron frente a como los sectores agropecuarios del país han asumido el TLC con EEUU, y de acuerdo con los impactos que han registrado, también algunos de ellos expusieron una posición abierta para poder renegociar.
Sin embargo, la más importante conclusión fue, que abierta la puerta de la renegociación no necesariamente el escenario terminaría siendo mejor que el actual. Sobre esto conoce bien México en su acuerdo comercial con EEUU y Canadá en el marco del TLCAN, o NAFTA.
Efectivamente, como las negociaciones no corresponden a un solo sector sino a todos los sectores económicos, en donde existen muchos grupos de interés, las decisiones de los delegados del Gobierno Nacional (el que sea) en muchos casos no terminan siendo técnicas sino políticas para dar “balance” a las diferentes posturas, ocasionado paradójicamente desequilibrios posteriores.
En el caso del sector ganadero, hay que diferenciar sus dos cadenas de valor, las cuales tienen comportamientos de mercado totalmente opuestos frente al Tratado de Libre Comercio con EEUU. En el caso de la cadena cárnica más útil que renegociar –pues desde 2021 ya existe total libre comercio en carne– resultaría cumplir lo ya acordado hablando específicamente de lo que corresponde a EEUU frente a Colombia.
Efectivamente, desde EEUU a Colombia sí entra carne importada, muy poca fortuna. En 2021 fueron 7.103 toneladas, es decir el 0,8% de la producción nacional, y específicamente cortes premium para nichos de mercado muy específicos. Sin embargo, sí ingresa carne. La situación no es reciproca pues EEUU no ha permitido ingreso de carne colombiana a su mercado, por razones sanitarias apelando a argumentos de tener como vecino a un país aftoso como lo es Venezuela.
Por fortuna el país hoy se encuentra dividido en diferentes zonas sanitarias, y la costa Caribe tiene todo el potencial de exportar a EEUU sin que se tenga un riesgo sanitario para el mercado del norte. De hecho, la autoridad sanitaria de EEUU realizará su primera visita a Colombia a mediados de septiembre de cara a cumplir lo acordado en el TLC. ¿Es necesario renegociar? seguro que no.
Muy diferente será el caso de la cadena lechera, en donde la importación ha sido creciente y dinámica, sabiendo además que en 40 meses se tendrá libre comercio para leche en polvo, lo que sin duda le colocará una gran presión a la baja a los precios domésticos pagados al productor. De hecho, en 2021 FEDEGÁN solicitó la imposición de una medida de salvaguardia frente a las importaciones de leche en polvo desde EEUU, y a pesar de la evidencia plasmada en el informe final de MinComercio, está no se implementó por recomendación de la Comité de Asuntos Aduaneros y Arancelarios AAA.
Ahora, bien lo que necesitamos es generar competitividad en el sector, y en el marco de una renegociación podremos colocar como fecha de desmontes arancelarios hasta 2050, pero si no avanzamos en las agendas internas, continuaremos en el mismo escenario. Seguramente, el sector lechero sí pueda ser sujeto a una renegociación (si es que la hay), pero eso no garantiza que quedemos en un escenario mejor.
@ojcubillosp