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columna

Corte de cuentas: Gobierno y Oposición

por: Miguel Ángel Lacouture Arévalo- 31 de Diciembre 1969


El 20 de junio de 2024 se cumplieron dos años desde que los legisladores comenzaron sus funciones constitucionales. Las Cortes en su encargo de proteger la Constitución y Leyes, mientras que el presidente formal, Gustavo Petro, alcanzará el 7 de agosto de 2024, dos años como jefe de Estado, Gobierno y Suprema Autoridad Administrativa.

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El Legislador


El gobierno ha encontrado un nicho de apoyo a sus idearios políticos y a sus insaciables apetitos burocráticos y de contratación en la Cámara de Representantes, particularmente en las Comisiones Séptima y Acusaciones.

La Comisión Séptima, se ha convertido en la puerta de entrada de reformas que pretenden socavar los cimientos de nuestra democracia republicana. La Comisión de Acusaciones, por su parte, le sirve como barrera para detener las acusaciones contra Petro, debido al fuero presidencial, permitiéndole gobernar a su antojo a pesar de las pruebas objetivas formales y documentos públicos que podrían conducir a su suspensión, conforme al artículo 109 de la Constitución Nacional.

Al cierre de la legislatura, son más las derrotas infligidas que los triunfos logrados. Solo han pasado a favor de Petro la Reforma de Pensiones y la Jurisdicción Agraria, ambas con gravísimos vicios en su trámite y fondo, que podrían caer ante el examen de constitucionalidad de la Corte Constitucional, de la que esperamos decisiones basadas en lo constitucional y legal, y no en la vaguedad de la modulación de fallos.

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La Rama Jurisdiccional


Un éxito del gobierno ha sido a través de la presión ciudadana, irresistible por demás, que llevó a la Corte Suprema de Justicia a nombrar a su ternada a la Fiscalía General de la Nación, a pesar de los intereses personales que el ternante tiene sobre las decisiones que en el futuro tomará la ternada.

La independencia de la Jurisdicción se ha hecho sentir en diferentes decisiones que han permitido cortar, aunque a destiempo, los efectos de las decisiones de la administración. Ejemplos de esto son, la pérdida de vigencia de leyes como la Ley 2281 de 2023 (Creación del MinIgualdad), el Decreto Legislativo 1085 de 2023 (Estado de Excepción en Guajira), y el artículo 2.2.15.1.2 del Decreto 1082 de 2015 (Contratación con Acciones Comunales), gracias al control constitucional y legalidad del Consejo de Estado.

La administración de este gobierno se ejerce bajo la presunción de legalidad. Son constantes y protuberantes las faltas contenidas en los actos que emanan de la Presidencia, realizados con conocimiento de causa, violando deliberadamente la Constitución y las leyes que juraron cumplir, para cometer arbitrariedades durante la vigencia de la norma hasta que la jurisdicción ejerza el control constitucional.

Para detener estas afrentas, cuentan en su arsenal jurídico con la "Acción de Suspensión Provisional de los Actos Jurídicos", que debe ser ejercida sobre todos los actos jurídicos engendrados en la presidencia. La Corte Constitucional, vía jurisprudencial (Auto 227/2023), de forma oficiosa, in limine, puede intervenir cuando haya una violación protuberante a la Constitución y la ley, y se genere un inminente daño a los derechos de las personas. Asimismo, el Consejo de Estado, conforme al artículo 152, modificado por el Decreto 2304 de 1989, artículo 31., rogada.

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Organismos de Control


Los organismos de control están ejerciendo su función férrea en protección de la Constitución y la Ley en sus actuaciones. Sin embargo, el embate contra sus otrora opositores en los campos de batalla, con quienes se ha ensañado en búsqueda de construir unas Fuerzas Militares y Policía, con alfiles y peones considerados aliados, es evidente.

Confío plenamente en la institucionalidad y siento que están cumpliendo su función en protección de los derechos de los colombianos. Veo una sola rueda suelta en el ejecutivo que, al no poder ejecutar lo planeado, se escuda en un poder constituyente minoritario y violento para justificar sus cruzadas. Somos muchos más que ellos y no podrán imponer sus protervas intenciones de acabar con la República. Unidad y fuerza, apenas termina el primer tiempo.

@lacoutu