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¿Cómo van los precios? Parte uno

por: Oscar Cubillos Pedraza- 31 de Diciembre 1969

Luego de la coyuntura de los últimos años, luego de la pandemia, en donde los precios tanto al productor como al consumidor se incrementaron de manera excesiva en la mayor crisis inflacionaria desde fines de los años setenta; el mundo parece haber superado del todo la crisis logística o de los contenedores y haberse adaptado a los desajustes de oferta de materias primas ocasionados por el conflicto Rusia y Ucrania.

Al respecto, en Colombia muchos precios se han estabilizado, otros han descendido buscando la tendencia normal que traían hasta finales de 2020 o principios de 2021. Por ejemplo, el precio internacional del maíz ha descendido 39% en el último año, situación que incide sobre en el precio de balanceados y concentrados, pero estos solo han disminuido 15% en el mismo periodo. En el caso de fertilizantes, el promedio ronda una disminución del 41%.

Bien el precio de las materias primas tiende a la baja, al igual que el precio que se paga al productor en muchos bienes agrícolas, situación última que para algunos puede ser poco motivante si su estrategia de ganancia solo se basa en un alto precio y no en la eficiencia al tener menos costos.

En el caso del sector ganadero, y, específicamente en el precio del novillo gordo la gran baja en el precio se registró a mediados de 2022 cuando disminuyó 14% entre mayo y agosto. Desde agosto de 2022 hasta octubre de 2023 su precio ha tenido las oscilaciones normales de la estacionalidad en la oferta, con la coyuntura de agosto por los anuncios de Minerva que incidieron para que el precio bajara. Sin embargo, el precio de septiembre pasado fue 2,6% más alto que el de agosto de 2022.

Pero lo que hay que tener sobre el radar es que el precio del novillo gordo en Brasil sigue siendo más bajo que el nuestro, y al estar Colombia cada vez más abierto a las exportaciones deberá afrontar este tipo de factores en la competencia. Esto indica que, si la tasa de cambio nuestra no nos favorece con un mejor nivel de depreciación del peso, como sí ocurre en Brasil con el real, internamente el precio del novillo podrá tener más presión a la baja.

Esto no es malo, pues al fin y al cabo fomenta la exportación, y, además, frente al consumo interno nos coloca en una posición menos apretada frente al pollo y al cerdo. De hecho, y de acuerdo con la información del DANE, entre octubre de 2022 y septiembre de 2023 el precio de la carne de res se incrementó solo 6%, mientras que el del pollo lo hizo en 9,8%, el cerdo 11,9% y el huevo 9,2%; lo que mejora las condiciones de competitividad y sobre todo de consumo.

Al respecto, con el mejoramiento en el consumo de carne de res, las cifras de sacrificio en 2023 son positivas y se espera cerrar el año con un incremento ente 1,4% y 2,2%. En ese sentido, y luego de las turbulencias que dejó la pandemia, 2024 podrá ser el un buen año frente al aprovechamiento de mercados, tanto interno como externos. Eso sí, muy atentos deberemos estar a los productivo frente a un fuerte fenómeno de El Niño y frente a la deteriorada seguridad.

En la parte dos hablaremos sobre precios en la cadena lechera.