Es preciso tener presente dos variables de interés que jalonarían al mercado en sentidos contrarios. La primera, el fenómeno de El Niño con intensidad fuerte en el primer trimestre de 2024 y que generaría un escenario de disminución en la producción de leche. El segundo, el contingente de importación de leche en polvo desde EEUU con un cupo de 17.261 toneladas, pero sobre todo un arancel extra-contingente apenas de 4,4% que haría que el escenario domestico de baja en producción no fuera tan crítico. ¿Qué significancia tienen estos escenarios en materia de precios? Si bien el fenómeno de El Niño influirá para que los precios pagados al productor tengan presión al alza, la importación de leche bajará buena parte de ese empuje del mercado, sobre todo si se tiene en cuenta que el precio internacional de la leche en polvo entera proveniente desde EEUU, viene en franco descenso desde finales de 2022, alrededor de US$4.100 por tonelada, sin embargo, la mayor preocupación no está allí. Es el ingreso de más leche en polvo descremada la que inquieta al mercado nacional, pues el precio de la tonelada producida en EEUU ronda los US$2.400. Y es que en el transcurso de los últimos años es notorio cómo el portafolio importador de leche en polvo ha cambiado en el país. Mientras que en 2016 del total ingresado al país de leche en polvo el 29% fue descremada, en 2022 fue el 55%, y en lo corrido de 2023 la cifra es de 62%. Así las cosas, el tema de baja productiva por Niño, de mayor importación por TLC con EEUU y menor precio internacional, generaría un escenario “en tablas” frente a lo que hoy se le viene pagando al productor. Muchos agentes del mercado están esperando que se dispare el precio que se paga al ganadero en el primer trimestre del año, y no necesariamente ocurrirá, al menos en los niveles de precio que se veían al inicio de 2023 en el litro de leche. Esto no es malo, pues resultará útil mantener el precio estable a consumidor que solo el año pasado dejó de adquirir 8 litros por persona. Vale recordar que en 2021 el IPC de leche se incrementó 13%, en 2022 alcanzó 37% y entre enero y septiembre de 2023 el alza fue de 12%. En otras palabras, un alza de 72% en 33 meses lesiona seriamente el consumo y a todos los eslabones de la cadena de valor. Lo que sí es cierto es que solo será cuestión de que se sienta con más rigor el fenómeno de El Niño, desde enero de 2024, junto a un alza del salario mínimo alrededor del 12%, para que se empiece a escuchar que todo ha subido de precio. Las autoridades deberán estar atentas al fenómeno especulativo.
@ocubillos