Ningún portal más apropiado como este para hablar de “carne fake” o, incluso, de una población estabulada (de establo) cuando, de verdad, de lo que tenemos que hablar es de la corrección política como la forma más perversa de censura posmoderna.
La Agenda 2030 y el Foro Económico Mundial se han convertido en los nuevos inquisidores de todos nuestros hábitos, costumbres y comportamientos.
Con una pancarta insustancial, confusa e indeterminada de “Construir un mundo mejor”, que tiene igual significado en la boca de Nicolás Maduro, de Gustavo Petro, de nuestro presidente o del Papa Francisco, los nuevos profetas de la posmodernidad y el “Great Reset” se han dispuesto a conmover nuestras conciencias con la “carne ética”, es decir, con esa tecnocarne que va a contribuir a salvar el planeta y hacernos mejores ciudadanos. - ¿Quién puede resistirse a la nueva religión planetaria de la sostenibilidad y la corrección política?
¿Una vez establecida la antropogénesis del mal quién podría resistirse a la nueva maquinaria de censura y manipulación? - ¿Una vez atrapados por la culpabilidad quién podría negarse a los nuevos arquitectos del bien y la salud del planeta?
Escribía Mao: “El pueblo debe ser una página en blanco, porque en una página en blanco se puede escribir lo que uno quiera”.
La ingeniería social siempre ha sido la mayor tentación de los hombres arrogantes que detentan el poder, de muchos políticos sin principios que quieren dirigir a hombres sin memoria.
Nos puede parecer un ejercicio apocalíptico y casi gratuito que personajes como Bill Gates puedan tener las mismas pretensiones de Mao. Pero vamos a destripar la vaca de la sospecha para adivinar, por lo menos, el nuevo catecismo de las Big-Mac sintéticas o los fried chicken plásticos de Kentucky:
El mayor accionista de Memphis Meats se llama Bill Gates. El cofundador de Google, Sergey Brin, ha invertido en Mosa Meat y muchos gobiernos europeos empiezan a destinar ingentes cantidades de subvenciones a los nuevos “cultivadores de carne”.
Se empieza a bombardear la paciencia mansa e infinita del pueblo con consignas al consumidor, que va al supermercado, de comportamientos antiéticos e inmorales (según el marketing orwelliano de la biotecnología) si compra filetes de vaca o de cerdo para la sostenibilidad del planeta. Y si esto no fuera suficiente las High-Tech ya permiten que programas de software de inteligencia artificial como DeepFake o FakeApp, más Photoshop puedan viralizar mensajes de Shakira o Brad Pitt invitándonos a comer la carne de Bill Gates para salvar el planeta. (Al fin y al cabo los eructos y los pedos de la cabaña ganadera son más nocivos que todo el parque automotriz de nuestras carreteras)
La Inteligencia Artificial (IA) empieza a diluir esa línea entre la realidad y la ficción. Los mensajes y los relatos empiezan a ser una deconstrucción de la verdad. Es como si aquel ideal del Siglo de las Luces, proclamado por Kant, de “sapere aude” (atrévete a pensar) quisiera convertirse, otra vez, en “atrévete a creer”, en un mundo fake del bulo y la patraña.
En mi modesto papel de opinador no puedo advertir más que una palpable amenaza de demolición de nuestras más valiosas conquistas de libertad y libre albedrío.
Desde el enorme edificio arquitectónico de Hegel que debe proteger las minorías de las mayorías dentro del diseño institucional del Estado y los nobles deseos de los “padres fundadores” de la democracia liberal estadunidense, es posible que asistamos a una preocupante amenaza de estabulación de las voluntades y un jaque a la sagrada intimidad del individuo.
La “corrección política” es un nuevo inquisidor que ya no utiliza el potro de tortura. Es un perverso censor que nos quiere estrangular la libre conciencia para someternos a un supuesto supremacismo moral que quiere ostentar el nuevo marxismo cultural y la social-democracia de caviar. Nos quieren estabular en la comodidad y la mala conciencia para controlarnos, manipularnos y dirigirnos en una barbacoa orwelliana de teflón.
Quiero dejarles el enlace del siguiente video para que sean Uds. mismos los que se hagan una idea de la infame pantomima de la corrección política y la manipulación del “New Order”, de la ética orwelliana de asados de laboratorio…Si estos ingenuos ilusos y planificadores de nuestro futuro se acercaran a una mesa de “Andrés carne de res” o a una “marranada paisa” tardarían minutos en claudicar de su insufrible mal gusto y avaricia:
(activar opción de subtítulos)
Luis León.
(…desde algún rincón de Madrid)