Como dijo recientemente el Presidente del gremio, José Félix Lafaurie Rivera, luego de referirse a lo sucedido al tenista colombiano Robert Farah, "¡Carne buena, la de Colombia...!"
El deportista obtuvo, desafortunadamente, un resultado positivo de su examen antidoping, atribuido al anabólico Boldenona, que, como explicó la Gerente del ICA, Deyanira Barrero, "no solo puede provenir de la carne cuando se aplica en el engorde de ganado sino también de otros suplementos dietarios".
Entre tanto, el INVIMA manifestó que “a diciembre del año pasado y desde el 2015 todas las muestras de carne analizadas en Colombia no registran la presencia de la Boldenona", con excepción del año 2016, o sea hace más de tres años, cuando solamente dos muestras resultaron positivas.
Lo cierto es que si la mayor cantidad de carne de ganado bovino en Colombia se obtiene en forma natural mediante el esquema PAS, o sea Pasto, Agua y Sal, requiriéndose 36 meses para el sacrificio, es muy poco probable que el problema de Farah pueda atribuirse a los ganaderos colombianos. Mientras en otros países, como Estados Unidos, sí se utiliza éste y otros anabólicos más para el engorde de novillos en confinamiento.
Sin embargo, ya que la Boldenona se encuentra prohibida en los deportistas, los pocos ganaderos que la utilicen en Colombia, si es que realmente los hay, deben ser muy estrictos en respetar los 30 días exigidos desde su última aplicación hasta el envío a la planta de sacrificio.
O mejor sería, creemos nosotros, que el Instituto Colombiano Agropecuario ICA, derogue la Resolución mediante la cual se autoriza su uso en el país, pues no vale la pena mantener latente ese riesgo y hacer que paguen justos por pecadores.
Es una propuesta válida tanto para el consumo interno como para las exportaciones.
Recordemos que China este año deberá importar 2,8 millones de toneladas de carne de res adicionales, e Irak y Líbano 40 mil bovinos en los próximos meses, además de muchas otras oportunidades que ofrece el mercado internacional.