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Balanza comercial

Por Oscar Cubillos Pedraza - 20 de Agosto 2020

Luego de pasado el primer semestre del año, atípico por las condiciones sanitarias mundiales, las cifras de comercio internacional de nuestros productos son de importante contraste. De un lado, gran dinámica en las exportaciones de carne y animales vivos, pero del otro, altas importaciones en leche y sus derivados.

Por el lado de las exportaciones de carne la cifra alcanzó USD 51 millones, un 47 % más que en el primer semestre de 2019. Este comportamiento, y los destinos de los envíos, especialmente países de Medio Oriente, norte de África, Rusia y Hong Kong, indican que el consumo en dichos países se ha recuperado al estar en una fase saliente de la pandemia.

Pero además se debe indicar que en el mediano plazo muchos hábitos alimenticios basados en productos “exóticos” de origen animal, de gran práctica en Asia Pacifico, cambiarán por una dieta de proteína animal de consumo más general y masivo: pollo, cerdo, bovino; esto con el fin de evitar similares situaciones a las que han originado la pandemia.

La gran dinámica exportadora no es diferente por el lado de los bovinos en pie. En el primer semestre los envíos al exterior alcanzan USD 70 millones, que representa 618 % más del registro del primer semestre de 2019, y 26 % más de lo exportado en el año completo anterior.

Tan importante comportamiento mitiga en buena medida las dificultades económicas que se han ocasionado en el presente año debido a la crisis sanitaria, aun así, diferentes sectores quieren prohibir la exportaciones de ganado en pie afectando 132 mil familias que se derivan sus ingresos de la actividad de ceba y 268 mil familias de la actividad de cría.

De hecho, las cifras publicadas la semana anterior por el DANE y que registran una caída de 15,7 % en el PIB del segundo trimestre del año, indican que solo el sector agropecuario tuvo un crecimiento positivo, además del siempre indemne sector financiero, diseñado para nunca perder.

Ahora bien, lo critico del primer semestre del año viene por el lado lácteo que en el primer semestre del año suma importaciones por más de 48 mil toneladas, siendo lo más critico de todo, que empresas dedicadas a la transformación de leche en nuestro país sean de las mayores importadoras.

Muy seguramente el año terminará con importaciones por encima de las 80 mil toneladas, las más altas de la historia, mientras que las exportaciones al primer semestre apenas suman 1.635 toneladas: menos de 65 contenedores.

Después de varios años viendo tal situación de un crecimiento importador de leche, es evidente que el mercado está indicando algo específico ¿qué? Mayor especialización de zonas, y eso también incluye la mejor ubicación de la infraestructura de transformación hoy concentrada en el interior del país, con mínima vocación de querer exportar.

Pero además la realidad también indica que el mercado internacional de commodities de leche ya está en manos de unos pocos: EE.UU., UE y Oceanía, y que el lugar para competir está en el mercado de los derivados y productos con valor agregado. También indica que el mercado mundial de la carne, al contrario del lechero, tiene espacio para más jugadores ¿lo aprovecharemos?