Por fortuna, y a diferencia de lo ocurrido en 2020 y 2021, cuando el cupo de importación de leche desde EEUU se agotó en las primeras tres semanas de enero, en 2022, a una semana de terminarse marzo, este se encuentra en un nivel de 87% mientras que del contingente de la Unión Europea llega apenas a 10%.
Claro, la tasa de cambio y el precio internacional de la leche en polvo, tanto la entera como la descremada, han registrado altas cotizaciones que nos han salvado de repetir el escenario importador de 2020 y parte de 2021. Por supuesto, el mercado mundial de la leche es de los más irregulares en la oferta de commodities y tiene algún grado de correlación con la cotización del petróleo que por la crisis geopolítica mundial ha superado los US$110 por barril, pero en algún momento volverán a abaratarse.
Tal vez no sea en el corto plazo. Seguramente pasará gran parte de 2022 con un escenario similar al actual, incluso con más altos precios de materias primas como balanceados y fertilizantes, mientras que el consumo se reajusta a los altos niveles de precios y a las medidas de política monetaria para frenar la alta inflación que es mundial.
Ahora bien, no se puede desconocer que internamente el precio del litro de la leche pagado al productor ha tenido unos reajustes importantes, los más altos desde que existe la metodología actual de pago por calidad incorporado en la Resolución 017 de 2012. En el periodo marzo 2021 a marzo 2022 el reajuste de pago superó 15,8%, que se aplicó en octubre de 2021 y en marzo de 2022, 7% y 8,8% respectivamente.
Tal metodología, lo que llamamos la formula, ha recogido de manera importante las realidades del mercado mundial, sabiendo además que el total de las grandes potencias lecheras manejan instrumentos similares de ajuste de pago por calidad.
Hay que tener en cuenta que estamos a solo 45 meses de tener libre comercio de leche en polvo con EEUU lo que sin duda generará una nueva dinámica de compras al país del norte, a menos que eternamente la tasa de cambio y los precios internacionales nos favorezcan, situación que evidentemente no sucederá.
Resultará importante en 2026 contar con un instrumento que refleje tales dinámicas de mercado, en comercio abierto, con los sucesos que evidentemente se marcarán. Mientras tanto es pertinente mantener la estructura actual que ha sido el único instrumento que le ha dado garantías de un justo pago al productor.
Pero resulta muy importante que los manejos de la rentabilidad de la finca y empresa ganadera no estén centrados exclusivamente en el tema precio, que hoy es alto, pero mañana tal vez no. De allí la importancia de romper la dependencia de compra sobre los productos importados, especialmente en el tema de alimentación animal. ¿Ya usted realizó un análisis de los insumos y materias primas que puede sustituir?
En otras palabras, poco sirve tener un precio al productor que en 2021 se incrementó 31% pero con unos costos que lo hicieron en cerca del 60%. De hecho, ¿sabe usted cuál es el rendimiento que le está dejando el negocio lechero?
Sin duda hacia adelante continuará el mercado haciendo filtros para solo dejar a los más eficientes, y para ser más eficiente y productivo es necesario replantear muchos elementos que hoy están generando un exagerado costo. Tarea por hacer.
@ojcubillosp