Es este el momento donde el desadaptado, juega y se burla de la seguridad institucional, y como no respeta los protocolos, es impactado al tratar de violentamente acceder a los perímetros de seguridad del Batallón de Artillería de Campaña en La Lizama, Barrancabermeja.
Los vídeos son las pruebas, que refutan, cualquier interpretación sesgada en contra del Ejército. Así mismo, nos evidencian la viva voz del descontrol, mala educación y pésima formación de los protagonistas de una historia que pudo evitarse, si hubieran aprendido el mínimo de respeto por el orden y el control institucional.
Suena extremadamente irrisorio, cuando tratan muchos medios y defensores ideológicos, de hacer ver al Ejército como el culpable, y ponen a la víctima como un niño o como un angelito; mientras que los vídeos muestran a un vándalo experimentado, que con su degradada formación, ataca, burla, viola, vulnera y termina delinquiendo; al sobrepasar las barreras y lineamientos de seguridad del ejército colombiano.
Yo vi un vándalo, que sabía lo que estaba haciendo y un Ejército ejerciendo soberanía e institucionalidad en su territorio.
Por: Juan Carlos Santamaría.